ORGULLO Flavio Pascón trabaja en el rubro desde 1971, actualmente está en Larroque y Gutiérrez. Él remarca la "responsabilidad" que se siente al estar en una esquina del barrio.
Como cada 7 de noviembre, en Argentina se conmemora el Día del Canillita, una fecha que está emparentada con el fallecimiento del escritor Florencio Sánchez, en 1910, ya que él fue la primera persona que mencionó la palabra "canillita" para hablar de las delgadas piernas de un joven vendedor de diarios. Desde ese momento, el término se popularizó y hasta se adoptó para mencionar a los vendedores de periódicos de todo el país. Y en Lomas, el canillita Flavio Pascón, que tiene más de 40 años de trayectoria, habló sobre la actualidad del trabajo y el empeño que le ponen al rubro para que todavía siga de pie a pesar de las dificultades.
Flavio tiene su puesto de diario en la intersección de Larroque y Gutiérrez (Banfield) y se dedica a la actividad desde 1971, una época en la que el puesto de diario era totalmente redituable. Los años pasaron, las épocas cambiaron, pero la pasión por la profesión sigue intacta a pesar de las dificultades cotidianas.
"La actualidad del rubro la veo muy difícil, es una situación bisagra. Aunque no soy pesimista, creo que la actividad debe aggiornarse día a día para evitar desaparecer en un tiempo", explicó Flavio, que forma parte de la comisión directiva del sindicato de vendedores de diario, quienes trabajan arduamente en la lucha para que el rubro de canillita no desaparezca: para eso es que se encuentran buscando alternativas para aumentar los ingresos en los puestos de diario.
Creo que la actividad debe aggiornarse día a día para evitar desaparecer en un tiempo.
Al ser consultado sobre las maneras de rebuscárselas, Flavio no dudó e indicó que "lo mejor es tener diversidad de publicaciones, que hoy las editoriales no están en condiciones de absorber ante semejante inversión". Inmediatamente añadió: "Dicha inversión se traslada a los puestos de diarios ya que somos el último eslabón de la cadena, la cual nos llega a consignación".
"El grado de dignidad que te produce el trabajo, la responsabilidad que se tiene al estar en la esquina de un barrio y entablar una relación de amistad y gentileza con los vecinos, todo eso es lo que significa ser canillita y me genera un orgullo tremendo", sostuvo con convicción.
El grado de dignidad que te produce el trabajo, la responsabilidad que se tiene al estar en la esquina de un barrio y entablar una relación de amistad y gentileza con los vecinos, todo eso es lo que significa ser canillita y me genera un orgullo tremendo.
Para finalizar, Flavio les dejó un mensaje a sus colegas: "Juntos debemos ponernos a pensar en cómo seguir con esta actividad centenaria que nos dio todo en la vida. Siempre tenemos la creatividad y la mente abierta para encontrarle la vuelta para que salgamos adelante, sin bajar los brazos, con la misma fuerza y entereza que el primer día de cada uno de nosotros en este hermoso rubro".
Es importante mencionar que el día de descanso para los canillitas se consiguió luego de una ardua lucha por parte del sector: recién a partir del 2007 y mediante una ley es que se consideró feriado al 7 de noviembre y, por ese motivo, los diarios del país no se emiten durante la jornada.