mundos personales Nacido en Budapest, llegó casi de casualidad a la Argentina y en nuestro país patentó la birome, uno de sus creaciones.
Entre los tantos inventos argentinos, uno de los más revolucionarios fue la birome y se dio una particular historia para que ese artículo utilizado en la vida cotidiana.
Todo comenzó con el encuentro entre un ex presidente argentino con un periodista húngaro, en una playa del Yugoslavia. De ese encuentro surgió el desarrollo de un invento que revolucionaría la escritura moderna.
Ladislao José Biro había creado el bolígrafo que maravillara a Agustín P. Justo, presidente entre 1932 y 1938, durante la llamada "Década Infame".
Se trató de un pequeño capilar que volcaba la tinta sobre una bolita de metal, produciendo una escritura rápida, sencilla y sumamente práctica, que enviaría al olvido a las antiguas plumas.
La Segunda Guerra hizo que Biro aceptara la invitación de Justo para instalarse en la Argentina, una tierra muy remota para el inventor nacido en Budapest.
Un 10 de junio de 1943 se patentó en Buenos Aires la birome (Biro-Meine-Biro, la empresa), que comenzó a producirse en un garaje con 40 operarios y recorrería el mundo con su simpleza, bajo costo y eficacia.
La historia cuenta que Biro, como periodista, estaba molesto por los trastornos que le ocasionaba su pluma fuente, que era para diestros y él era zurdo, cuando se le atascaba en medio de un reportaje.
Entonces, junto con su hermano Gyorgy, que era químico, obtuvo una tinta útil para la escritura a mano, pero que no podía utilizarse con la pluma pues se trababa al escribir.
Un día, observando a unos pequeños jugar en la calle con bolitas que, al atravesar un charco, salían trazando una línea de agua en el piso seco, se dio cuenta de que debía reemplazar el uso de la pluma metálica en la punta por una bolita.
En honor a Biro se estableció en la Argentina el Día del Inventor con su fecha de nacimiento: 29 de setiembre. La editorial del poeta Rodolfo Alonso publicó sus memorias en 1969 bajo el título Una revolución silenciosa. Ladislao José Biro.
Se dedicó a diferentes inventos que requerían su trabajo. Patentó un proceso continuo para la producción de resinas fenólicas, un sistema para incrementar la resistencia mecánica de barras en cemento, una cerradura inviolable, un termógrafo clínico y hasta su muerte, en 1985, trabajó con la Comisión Nacional de Energía Atómica en la separación de gases para agua pesada.
László József Bíró, su verdadero nombre, nació en 1899 y falleció a los 86 años en Argentina adonde había llegado con 41 años junto a su esposa y su hija Mariana.