mundos personales La cantante británica nacía hace 40 años y dejó una marca imborrable en el jazz y el soul en su agitada y corta vida.
Amy Winehouse, una artista de vida tumultuosa y muerte temprana que cautivó al mundo con su inconfundible voz, es recordada cuando estaría cumpliendo 40 años este jueves gracias a dejó una marca imborrable en el jazz y el soul.
Aquel el 23 de julio de 2011, cuando tenía 27 años, terminó la agitada vida de Amy Winehouse, una de las artistas más influyentes de los últimos tiempos y cuyo legado se agigantó en forma póstuma.
Esta genial artista británica, a la que la vida se le truncó a la edad trágica de otras celebridades del mundillo del rock, nació en los suburbios londinenses en el seno de una familia de amantes del jazz.
Su padre, Mitch Winehouse, antiguo taxista londinense y viajante de comercio, se reinventó a sí mismo en 2011, poco antes de la muerte de su hija, como cantante de jazz, una faceta con la que ya editó diversos álbumes. El combo familiar se completaba con su madre Janis, farmacéutica de profesión, su hermano mayor Alex.
Amy pasó por escuelas de teatro y la Brit School, donde también estudió Adele. En ese ámbito académico se amplió el mundo que había conocido en su arrabal londinense y conoció la amistad, el sexo, los estudios de grabación, el alcohol y las drogas.
Desde sus primeros años de vida Amy ya tenía a la música entre ceja y ceja. Comenzó su carrera profesional en la adolescencia, cuando irrumpió en los pubs de Londres para mostrar sus primeras composiciones y clásicos del jazz.
Al margen de su vida escandalosa, de los excesos que nunca terminó de controlar y de su particular imagen, la voz de Amy fue mucho más que las cuestiones colaterales a su carrera artística, con un registro único que partió de las grandes voces negras del soul y del jazz y que además hizo escuela para las nuevas generaciones.
Distinta a sus predecesoras, por su estilo interpretativo y también por su faceta de compositora, hizo añicos a los modelos anteriores de cantantes y hasta la propia Lady Gaga se encargó de destacar el influjo de la londinense con su potente impronta en escena.
Además, nunca cayó en las poses y en los clichés de las estrellas de rock y se encargó de remarcar que cantaba honestamente en cada presentación, algo más que notorio al ver una grabación suya en directo.
Esta diva del soul y el R&B impuso sus credenciales con tan solo dos álbumes de estudio, "Frank" (2003) y "Back to Black" (2006). Su discografía se completó con el póstumo "Lioness: Hidden Treasures" y con álbumes recopilatorios y otros de registro en vivo.
Su primer opus se convirtió en un furor en un abrir y cerrar de ojos y con el continuador logró una masividad en forma ecuménica. "Back to Black", precisamente, se convirtió en el álbum más vendido del siglo XXI del Reino Unido, que superó los 15 millones de copias vendidas.
Mientras cautivaba al público y seguía sorprendiendo a nuevos fans, acumulaba premiaciones por doquier, mientras tenía recurrentes caídas en su adicción al alcohol y también su vida sufría por entonces varios embates sentimentales por sus rupturas amorosas.
El 18 junio de 2011 salió al escenario del Parque Kalemegdan, en Belgrado, completamente desbordada por las presiones sentimentales y con varias copas de más. El público fue demasiado impiadoso y la abucheó, generando que la diva del soul rompa en llanto sobre el escenario.
Su última grabación fue un dueto con el cantante estadounidense Tony Bennett, para el disco "Duets II", el cual fue lanzado el 20 de septiembre de 2011.
Cuando murió, Amy estaba en el ápice de su carrera y con demasiado camino por recorrer, su autopsia reveló que había bebido mucho más de la cuenta y su cuerpo enclenque no lo soportó.
Amy Winehouse fue incluida en el llamado "Club de los 27", que acopia a estrellas del rock fallecidas a los 27 años, como Robert Johnson, Brian Jones, Jimi Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin y Kurt Cobain.