De Puño y Letra Nuestra ciudad es un poco como nuestra familia: sabemos que no es perfecta, pero la queremos tal como es y la volveríamos a elegir una y mil veces más.
¡Hola, amigos! Hoy es un domingo especial: el cumpleaños (¡número 162!) de Lomas de Zamora. Ustedes saben que leo La Unión todos los días y soy un enamorado de mi barrio de toda la vida, donde crecí y donde elegí quedarme para formar una familia. Al fin y al cabo, nuestra ciudad es un poco como nuestra familia: sabemos que no es perfecta y muchas veces nos genera dolores de cabeza, pero la queremos tal como es y la volveríamos a elegir una y mil veces más.
Como no podía ser de otra manera, los invito a mirar atrás y recordar cuáles fueron los hechos que terminaron en la fundación de Lomas. En realidad, viajemos todavía más atrás: los invito a ir al año 1580, pocos meses después de la segundafundación de Buenos Aires.
Los pueblos originarios que habitaban estas tierras, conocidos como Telomines, caían por esos años derrotados por los españoles en el famoso y sangriento combate de La Matanza. Como hacían en toda América, los conquistadores se repartieron las tierras ganadas y formaron en el lugar un establecimiento de campo. En 1736, la estancia fue comprada por un tal Juan de Zamora. El apellido, claro, les sonará conocido...
Lo cierto es que en 1765 De Zamora decidió vender las tierras al Colegio Nuestra Señora de Belén, que era de los jesuitas. La expulsión de esa orden religiosa de todo territorio perteneciente a España por la Corona en 1767 provocó la disolución del colegio, por lo que en 1778 se subastaron los terrenos y aquel gigante campo fue adquirido por la Real Hacienda española.
El territorio que hoy ocupa Lomas pasó a ser Estancia del Estado tras la Revolución de Mayo y la declaración de la Independencia. Muchos pobladores le pidieron terrenos al Gobierno y varios de ellos fueron beneficiados con el reparto, como don Tomás Grigera. Otro nombre conocido, claro...
Resulta que estos antiguos vecinos se presentaron en 1820 ante el gobernador pidiendo el título de propiedad de las tierras que venían trabajando. Consiguieron el buen visto oficial y en mayo de 1821 se dispuso el primer amojonamiento en la zona, con su centro en el entonces llamado "Pueblo de la Paz". Se hizo la distribución de chacras y el lugar comenzó a mostrar un lento crecimiento. El núcleo del pueblo se fue formando alrededor del paraje conocido como las "Tres Esquinas" (hoy Hipólito Yrigoyen y Pereyra Lucena).
En un principio, Lomas perteneció al partido de Quilmes y el 7 de abril de 1852 pasó a ser jurisdicción de Barracas del Sud. Esto provocó varios conflictos, lo que generó una fuerte campaña de los pioneros para lograr la autonomía. Insistieron y lo lograron: el petitorio de creación del nuevo partido llegó a la Cámara de Representantes bonaerense, la ley 336 fue votada el 5 de septiembre de 1861 y promulgada cinco días después, el 10. Y así, queridos vecinos, fue como nació nuestra ciudad. ¡Feliz cumple, Lomas!