ALEGATOS El fiscal del juicio por el asesinato de Fernando Marino, ocurrido en 2020, pidió la pena máxima para los acusados, dos motochorros.
Pidieron que una pareja juzgada por el crimen de Fernando Marino sean condenados a la pena de prisión perpetua por el hecho ocurrido en julio de 2020, durante un intento de robo en Adrogué.
Se trata de la pareja de motochorros de Llavallol que habría fusilado de un tiro a corta distancia al joven repartidor de Mercado Libre interceptado en la calle, mientras buscaba una dirección donde debía hacer una entrega.
Durante los alegatos de este miércoles, el fiscal Sergio Anauati solicitó que Mauro Sebastián García y Johanna Anabella Quevedo, sean encontrados culpables de "homicidio calificado criminis causae, robo calificado por el empleo de arma de fuego y tenencia ilegal de arma de guerra", mientras que la defensa pidió la absolución.
La madre de la víctima, Mirta Cortes, contó a La Unión que la próxima jornada será el miércoles 6 de septiembre, cuando se escucharán las "últimas palabras" de los acusados antes del veredicto.
El juicio por el asesinato del repartidor, que tenía 28 años, está a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 de Lomas de Zamora, comenzó el 22 de agosto, y continuó el 24, 28 y 30 de agosto.
El crimen de Fernando Marino
La víctima, que era oriunda de Avellaneda, había sido abordada por ladrones armados, mientras hacía tareas de reparto y conducía una camioneta Renault Kangoo, que manejaba a baja velocidad, debido a que buscaba una dirección.
Todo ocurrió en Italia, entre Rosales y General Paz, en Adrogué, donde los asesinos se le pusieron a la par, lo amenazaron y lo balearon a corta distancia.
Los sospechosos fueron detenidos dos días después de ese hecho, durante una serie de allanamientos realizados a raíz de una pista que haría sido clave para dar con su paradero.
En el operativo realizado en las localidades de Llavallol y Malvinas Argentinas, además de las capturas, secuestraron una pistola Browning, calibre 9 milímetros cargada y con la numeración suprimida y dos motos azules, una Honda 300 y otra Brava Altino 150, mientras que la moto utilizada en el hecho había sido hallada quemada.
El chaleco incautado era similar al que portaba uno de los dos motochorros homicidas. Por otra parte, el vehículo incautado tenía pedido de captura desde diciembre de 2019.