TRIBUNALES La acusada cumple prisión preventiva por el aberrante hecho que se le atribuye como autora. Una pericia en el marco de la causa fue clave para lograr el avance.
La fiscal Silvina Estévez pidió la elevación a juicio contra Erika Castaño, la mujer acusada de robar una bebé recién nacida del Hospital Alende de Ingeniero Budge, durante un grave hecho que generó conmoción, ocurrido en diciembre del 2022.
Fuentes judiciales confiaron a La Unión que mientras la imputada cumple prisión preventiva, la titular de la UFI 4 de Lomas de Zamora solicitó que la investigación sea elevada a la siguiente instancia, para así poder juzgarla. Sin embargo, la decisión quedó en manos del Juzgado de Garantías 6, a cargo del caso, que se deberá expedir durante las próximas semanas.
Además, las fuentes consultadas por este medio señalaron que las pericias psicológicas realizadas a Castaño habrían determinado que la procesada era consciente de sus actos, y que, por lo tanto, descartaron que se trate de una persona inimputable.
El hecho ocurrió el 14 de diciembre del 2022, cuando Castaño ingresó vestida de enfermera al hospital y mediante engaños, sustrajo de la habitación a la beba que tenía menos de un día de vida.
Al ser advertida la desaparición de la criatura en manos de una sospechosa que se hizo pasar por personal de salud, se dio la alerta y comenzó la búsqueda.
Momentos después, pudo verse, por medio de las cámaras de seguridad, cómo bajaba del ascensor con la pequeña escondida entre su ropa, pero solo fue detenida, luego de horas de angustia, en una terminal de autobuses ubicada en la Ruta 4 y Boulevard Buenos Aires, en Luis Guillón.
La recuperación de la beba se concretó gracias al llamado de una empleada de una estación de servicio, donde la mujer compró leche y fue reconocida por sus visibles nervios. Allí la interceptaron cuando sacaba un pasaje para viajar ese mismo día hacia San Clemente de Tuyú.
La beba fue inmediatamente devuelta a sus padres y se le realizaron los controles necesarios para constatar que esté bien de salud, mientras que, por el lado de Castaño, se constató que era oriunda de Lomas de Zamora, pero cuando ocurrieron los hechos estaba viviendo en San Clemente del Tuyú con sus tres hijos.