Los templos religiosos de Temperley que levantaron los inmigrantes y siguen en pie

pasado y presente Ingleses, escoceses, irlandeses y galeses, en distintas épocas, llegaron para trabajar en los campos y el ferrocarril, y también quisieron mantener sus tradiciones. 

El templo anglicano Santísima Trinidad fue inaugurado en 1873.

La iglesia presbiteriana de San Andrés, un lugar de encuentro para muchos escoceses.

Lomas de Zamora es tan grande que en sus calles se pueden encontrar personas con antepasados de casi cualquier lugar del mundo. Ya hemos hablado varias veces acerca de los inmigrantes de distintas comunidades que durante el siglo pasado eligieron nuestro partido para vivir, formar una familia y perseguir sus sueños. Y si bien todos adoptaron muy rápido las costumbres argentinas, la gran mayoría también trajo sus propias pertenencias, costumbres y creencias a nuestra tierra. Claro que además de su forma de hablar, vestirse y comer, los nuevos vecinos quisieron mantener viva su fe. Y por eso construyeron varios templos que hoy, escondidos en las cuadras por las que caminamos todos los días, siguen concentrando a muchos creyentes.  

Desde su primera llegada a nuestra zona, en 1860, los británicos tuvieron una activa participación en el desarrollo de Temperley como ciudad. Ingleses, escoceses, irlandeses y galeses, en distintas épocas, arribaron al distrito para trabajar en los campos y el ferrocarril. Y aunque todos se adaptaron rápidamente a la nueva sociedad, también quisieron mantener vivas sus tradiciones. Por eso levantaron colegios para que estudien sus hijos, clubes para divertirse y, claro, iglesias para rezar.  

El inmigrante Andrew Green donó por aquellos años sus lotes en las actuales Almirante Brown y Cerrito para que se construyera el templo anglicano Holy Trinity (Santísima Trinidad), inaugurado en 1873. El templo, que sigue en pie, conserva aún el estilo rural característico de las iglesias británicas. A pocas cuadras de allí, en General Paz y Espora, pleno corazón del barrio inglés, todavía está en pie la iglesia presbiteriana de Saint Andrews (San Andrés), lugar de encuentro para muchos escoceses. En ambos templos se ofician actualmente misas en castellano y en inglés.  

Del lado Este de las vías del ferrocarril, la diversidad es aún mayor: en el triángulo de pocos metros que dibujan las calles Lucio Vicente López, Anchorena y Esmeralda hay un templo católico y otro ortodoxo ruso. El mayor número de gente asiste los domingos a la iglesia católica Sagrado Corazón de Jesús, en Lucio Vicente López 755.

Bastante más antigua y vinculada a los inmigrantes rusos y ucranianos que llegaron al partido escapando de la Segunda Guerra Mundial se encuentra la parroquia de la Santísima Virgen del Amparo de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Exilio, un pintoresco templo ubicado en Anchorena 665. El mismo fue levantado en 1949 y sobresale entre las casas bajas del barrio por sus dos cúpulas azules. Se suman, claro, decenas de iglesias de culto evangélico que surgieron en los últimos años. En fin, amigos, en la religión también se demuestra la diversidad cultural de nuestro querido barrio. Hasta la semana que viene. 

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