LESA HUMANIDAD El exmilitar Jorge Héctor Di Pasquale rechazó las acusaciones en su contra y consideró que "este es un juicio es funcional a la tergiversación de la historia".
Jorge Héctor Di Pasquale es uno de los imputados del juicio que unifica los delitos cometidos en el Pozo de Banfield, el Infierno de Lanús y el Pozo de Quilmes. En una nueva audiencia, amplió su declaración indagatoria y respondió preguntas.
El exmilitar formó parte del Destacamento de Inteligencia 101 durante los años 1978 y 1979 como Jefe del Grupo de Actividades Especiales, según manifestó él mismo ante los jueces. "Dejo expresamente aclarado que no conocí ni conozco ni tuve contacto ni nunca vi documento alguno referido a las personas que aparecen en este tramo como víctimas. Asimismo digo que nunca estuve en las brigadas de investigaciones que se mencionan en esta causa", fueron sus primeras palabras ante el Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata.
Posteriormente, el imputado de 75 años rechazó la legitimidad del debate, como lo han hecho en otras oportunidades miembros de las fuerzas militares. "Ustedes no son mis jueces naturales. Expreso ante ustedes que según mi criterio este es un juicio anticonstitucional", declaró, y entendió que "no se está diciendo toda la verdad y estos juicios son funcionales a la tergiversación de la historia".
De todos los acusados que tiene este juicio, Di Pasquale es el único que permanece preso en una cárcel común. Al respecto, se quejó del tiempo que lleva detenido y entendió que no debería estar tras las rejas, ya que según él, no hay evidencia en su contra: "Hace 13 años que estoy en prisión preventiva. Siempre he estado en cárceles del Servicio Penitenciario Federal como normalmente se lo exigen los querellantes a los jueces. Acá se necesitan pruebas concretas, no teorías. En ninguna de las causas que tengo han puesto una sola prueba".
A la hora de hablar sobre la acusación de la fiscalía, que lo señaló como responsable de privar ilegalmente de la libertad a detenidos y aplicar tormentos en el Pozo de Banfield, Di Pasquale rechazó los planteos: "Estoy seguro que no existió ningún plan sistemático de delitos de lesa humanidad ni tampoco un plan de aniquilamiento y menos aún un plan sistemático de apropiación de niños y niñas. Estos son simplemente eslóganes. Acá no hubo ninguno de estos planes que indica el documento. Acá se desarrolló una guerra revolucionaria".
Cuando le consultaron sobre las detenciones ilegales y los traslados a centros clandestinos de detención, Di Pasquale sostuvo que los detenidos "eran pasados a la cárcel y pasados al Poder Ejecutivo Nacional" y aclaró que "en ese momento, estar detenido en una Brigada de Investigaciones no era ilegal".
Finalmente, criticó a los organismos de derechos humanos y deslizó una frase desafiante: "Hay gente que vive de los derechos humanos como lo hacen los traficantes de armas durante una guerra convencional".