Por qué nos gusta tanto "División Palermo"

Mundos personales  La serie argentina es furor en Netflix con una exquisita combinación de humor negro y absurdo, un gran elenco y aporte lomense. 

En un furor en Netflix.

"División Palermo" es un furor en Netflix y está primera en las recomendaciones de la popular plataforma a partir de una historia plagada de humor negro, toques de absurdo y escenas políticamente incorrectas.

Santiago Korovsky, el actor que interpretó a "Sombrilla" en "Casi feliz", es el creador, director y protagonista de la serie, mostrando sus credenciales en esta triple labor. 

También hay varios consagrados, como Daniel Hendler, Pilar Gamboa, Martín Garabal, Charo López, Marcelo Subiotto, Carlos Belloso, Agustín Rittano, Sergio Prina y Alan Sabbagh. 

Además, hay en el reparto otros actores menos conocidos en el ámbito televisivo, a los que se les puede tirar unas fichas. Se suma el aporte lomense con las apariciones de Lide Uranga, Pablo Cordonet y Ricardo Larrama. 

La serie se centra en un grupo de civiles que es reclutado para conformar una especie de guardia urbana "inclusiva" para servir a la comunidad y a su vez resulta ser una operación de marketing para mejorar la pésima imagen que tienen actualmente las fuerzas de seguridad. 

De todos modos, los poco entrenados miembros de este nuevo escuadrón pronto descubrirán que deberán hacerle frente a una banda criminal liderada por unos extraños narcotraficantes.

La Guardia Urbana, un cuerpo de seguridad, existió en la Ciudad, entre 2004 y 2008, y mantenía una coordinación con la Policía, los Bomberos, Defensa Civil y el Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAME), para prevenir altercados, accidentes o crímenes y dar orientación a los vecinos de la Ciudad y la serie parodia a esta y otras fuerzas similares. 

Los capítulos están transitados por acertados momentos de humor negro, la burla permanente a los organismos del estado y sobre todo le errada idea de inclusión que se usó en el armado de la particular fuerza. 

El absurdo también es otro de los ingredientes de la serie, donde también hay romance, momentos de acción, internas familiares, excesos de sustancias, momentos disparatados y hasta alguna tragedia, incluyendo guiños y gags de las escenas de los policiales clásicos. 

Desde el humor, también se interpela al espectador sobre el trato que se le da a las llamadas "minorías" en los medios y en la sociedad y a la discriminación. 

Sin el empuje que tienen los tanques que arriban a Netflix y con el boca en boca y las redes sociales como motores de difusión, "División Palermo" merece justicieramente el éxito que le toca atravesar y sentar un precedente en las formas emergentes en lo audiovisual. 

Mientras se espera por una segunda temporada, tiene todos los números para meterse en el selecto club de la series de culto. 

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