Tres generaciones y una historia de 70 años de responsabilidad familiar

DESDE 1949 La Marroquinería Doga nació en 1949 y, debido a su éxito "en una época de esplendor del país", se expandió en el distrito. Hoy es un referente en el mundo de los cueros.

Crédito: Eduardo Alfaro.

Carlos heredó el rubro de sus padres.

El mundo del cuero en Lomas está en manos de un comercio con más de 70 años en el mercado y que llegó a Lomas para quedarse, a tal punto que ya la tercera generación de la familia atiende el emblemático lugar: la marroquinería DOGA. Carlos Gamarnik es uno de los socios del local y contó la historia del lugar, sus comienzos en Lanús de la mano de sus padres y lo que significa ya trabajar codo a codo con su hijo. Los valores del esfuerzo y del sacrificio, vigentes.

La marroquinería fue fundada en 1949 y en un principio se encontraba en Lanús. "Se inauguró gracias a mis padres. Doga se formó por el nombre de mi mamá, Dora, y el apellido de mi papá, Gamarnik", explicó Carlos, quien heredó el comercio familiar.

"El negocio tuvo mucho auge, agarró una época de esplendor en el país. El esfuerzo y trabajo se vio recompensado por el incremento de las ventas y la demanda", explicó Gamarnik, que luego indicó que decidieron expandirse a Lomas con una sucursal ubicada en Yrigoyen y Laprida.

El negocio tuvo mucho auge, agarró una época de esplendor en el país. El esfuerzo y trabajo se vio recompensado por el incremento de las ventas y la demanda.

Tras algunos años, Doga se mudó a Laprida 137, un local más amplio y donde se encuentra hasta estos días. "Luego tuvimos la posibilidad de adquirir otra propiedad, en Laprida 436, devolviendo el espacio original de Yrigoyen", resumió sobre la trayectoria.

Cabe resaltar que, a la Marroquinería Doga, que se dedica a la venta de mochilas, carteras, billeteras, bolsos y valijas, asisten clientes desde distintos puntos de zona Sur, algunos de ellos fieles desde sus primeros años. "Hubo un pequeño lapso que con mi hermano nos dedicamos a la fabricación de portafolios, pero luego dejamos y comenzamos a importar, a partir de la década del '70", resaltó.

A la Marroquinería Doga, que se dedica a la venta de mochilas, carteras, billeteras, bolsos y valijas, asisten clientes desde distintos puntos de zona Sur, algunos de ellos fieles desde sus primeros años.

"La temporada alta en este rubro es de octubre a marzo, aunque también hay fechas puntuales que ayuda al incremento de ventas", aseguró Gamarni, que luego contó que actualmente tienen un boom de ventas y consultas, ya sea por equipajes para las vacaciones como por mochilas para el inicio de clases, con una gran variedad en precios y modelos.

Actualmente, además de Carlos, en el local trabaja su hijo Federico (la tercera generación) y su socia Ida, además de un personal con más de 35 años de antigüedad.

"Cuando terminé el secundario empecé a dar los primeros pasos en Doga, aprendí el oficio y ahora sigo el legado, es una etapa muy linda. Trabajar en el negocio es una responsabilidad familiar", cerró Federico, emocionado por poder compartir la labor con su padre y mantener en pie el sueño de sus abuelos.

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