APRENDER, UN DERECHO En el Día Internacional de la Educación, dos docentes lomenses de amplia trayectoria hablaron sobre la incidencia de su profesión en las nuevas generaciones.
Cada 24 de enero se celebra en el mundo entero el Día Internacional de la Educación, una fecha impuesta en una Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para concientizar sobre el rol fundamental de la educación a la hora de luchar por la paz, la igualdad y el desarrollo económico y social. En Lomas, dos docentes de gran experiencia se refirieron al tema y contaron por qué se decidieron a tomar el camino de la docencia y su influencia en los alumnos, que luego serán ciudadanos.
Bien se sabe que la educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva. Pero, según datos que aporta la UNESCO, actualmente hay 244 millones de niños y jóvenes sin escolarizar y 771 millones de adultos analfabetos en todo el mundo. Allí entra el rol de los docentes y su enorme vocación para revertir la situación.
"Los docentes somos muy importantes en la vida de nuestros alumnos, muchas veces para bien y otras para mal. Cada palabra que les decimos puede motivarlos o frustrarlos para toda su vida", empezó a explicar Daniella Catelli, que es docente hace dos décadas y actualmente trabaja en el Colegio Inmaculada Concepción de Lomas.
Los docentes somos muy importantes en la vida de nuestros alumnos, muchas veces para bien y otras para mal. Cada palabra que les decimos puede motivarlos o frustrarlos para toda su vida.
Catelli, al igual que muchos otros casos, tomó el camino de la docencia y la educación gracias a su madre, quien también fue maestra, y desde chica siempre supo que quería compartir la profesión con su mamá. "Me incliné por el camino de la educación porque pensaba que podía transmitir algo de lo aprendido a mis alumnos y hoy creo que ese objetivo fue alcanzado", se sumó Jesica Trociuk, también docente con 20 años de trayectoria, quien trabaja en el Instituto San Francisco Javier.
Al ser consultadas sobre su pensamiento acerca de la influencia de la educación para construir un Estado más sólido y con mejores ciudadanos, ambas no lo dudaron y coincidieron. "La educación es lo único que puede construir un país mejor", recalcó con fuerza Catelli, mientras que Trociuk explicó: "Es la herramienta para poder desenvolverse en la vida y poder superarse a uno mismo".
"Una vez escuché que hay muchos docentes, pero muy pocos maestros. Escribo y recuerdo alumnos, ya grandes, y la semilla que he dejado en ellos. La educación no es el llenado de un recipiente sino el encendido de una llama", acotó Daniella, quien inmediatamente aseguro que la educación es realmente un derecho y no un privilegio y resaltó el nivel de la Universidad de Buenos Aires, la cual es gratuita y es elegida por muchos extranjeros para estudiar distintas carreras.
Una vez escuché que hay muchos docentes, pero muy pocos maestros. Escribo y recuerdo alumnos, ya grandes, y la semilla que he dejado en ellos. La educación no es el llenado de un recipiente sino el encendido de una llama.
Para finalizar, ambas profesionales se refirieron a la actualidad en cuanto a la educación en el país y explicaron que esperan reformas en cuanto a los contenidos y la renovación de diseños curriculares para mejorar la calidad de la enseñanza. "No tengo dudas que uno siempre ambiciona más y eso no es algo malo. Seguramente hay mucho por hacer, también deseo que los docentes tengan un sueldo digno y volver a ser respetados", cerró Catelli.