Un poco de fútbol El Gasolero disputó dos amistosos con el ascendido a la Primera B y, de a poco, el DT José María Bianco comienza a perfilar el equipo para la Primera Nacional.
Temperley arrancó la seguidilla de partidos amistosos con una derrota por 1-0 ante Argentino de Merlo, equipo recientemente ascendido a la Primera B, para comenzar a darle forma al equipo titular con miras a la próxima temporada de la Primera Nacional. El equipo alternativo, por su parte, se impuso 1-0 con gol de Agustín Paz.
En una jornada que se realizó en Los Cardales, el Gasolero diagramó dos partidos amistosos de 60 minutos cada uno ante un rival que la tercera categoría del fútbol argentino y allí el DT José María Bianco probó a todos los refuerzos que sumó en lo que va del mercado de pases, con dos formaciones muy diferentes a la que utilizó el cuerpo técnico en los últimos partidos del 2022.
En el primer turno, donde el experimentado entrenador probó un posible once titular, el equipo contó con muchas caras nuevas y eso, en cierta forma, se notó en el campo de juego, ya que todavía se encuentra en la parte más intensa de la pretemporada. Recién con el paso de los partidos se irá asentando la idea de juego.
Los elegidos para el primer partido y con un dibujo táctico 4-4-2, el más usado por Bianco a lo largo de su carrera, fueron los siguientes: Matías Castro; Adrián Martínez, Alan Pérez, Nicolás Demartini, Lucas Angelini; Tobías Reinhart, Adrián Arregui, Francisco Nouet (después ingresó Luciano Nieto), Lucas Baldunciel; Luis López y Patricio Cucchi.
En el segundo turno, el Gasolero se recuperó del golpe del primer ensayo de la jornada y en el segundo partido se impuso por 1-0 gracias a un festejo de Paz, que anotó el primer gol del Celeste en lo que va de la pretemporada.
Para este compromiso, el DT apostó por Maldonado (García); Sosa, Navarro, Bojanich, Casarico; Paz (Moreno), Altamirano, Nieto (Busto), Coacci (Piethe); Krüger (Melgarejo), Ayunta (Flores).
El próximo martes 17 de enero enfrentará a Fénix, en el predio Finca Fútbol Cardales, a puertas cerradas, sin atención a la prensa.