GRAVE El presidente y la vicepresidenta repudiaron a los cientos de seguidores de Jair Bolsonaro que amenazan con derrocar a Lula Da Silva.
Cientos de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro invadieron el predio del Congreso Nacional pidiendo una intervención militar para derrocar a Lula da Silva, quien acaba de asumir la presidencia. Desde Argentina, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner repudiaron los graves incidentes.
Las imágenes son impactantes. Los manifestantes, identificados con la extrema derecha, invadieron el Tribunal Supremo del país, el edificio del Congreso y rodearon el palacio presidencial. Lograron entrar sin resistencia a los edificios públicos, se enfrentaron con la Policía y provocaron serios destrozos.
Alberto no tardó en alzar la voz ante esta situación. A través de sus redes sociales, sostuvo: "La democracia es el único sistema político que garantiza libertades y nos obliga a respetar el veredicto popular. Quienes intentan desoír la voluntad de las mayorías, atentan contra la democracia y merecen no solo la sanción legal que corresponda, sino también el rechazo absoluto de la comunidad internacional".
Luego, el presidente pidió que los demás países de la región se unan para para respaldar a Lula en este momento de máxima tensión que amenaza con derrocar su gobierno. "Quiero expresar mi repudio a lo que está sucediendo en Brasilia. Mi incondicional apoyo y el del pueblo argentino a Lula frente a este intento de golpe de Estado que está enfrentando. Como presidente de la CELAC y del MERCOSUR, pongo en alerta a los países miembros para que nos unamos en esta inaceptable reacción antidemocrática que intenta imponerse en Brasil", expresó Alberto.
Finalmente, pidió "defender la democracia y no permitir #NuncaMás el regreso de los fantasmas golpistas que la derecha promueve".
Por su parte, la vicepresidenta tampoco se quedó callada. Cristina comparó los incidentes en Brasilia con lo ocurrido el 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Washington y consideró que "no es casual".
"Los discursos del odio en medios de comunicación y redes sociales, la estigmatización del que no piensa igual, hasta querer inclusive suprimir su vida y la violencia son el signo contemporáneo de las nuevas derechas. No basta con el imprescindible repudio o la necesaria condena", manifestó en sus redes sociales.
Cristina denunció que este tipo de rebeliones tiene un oscuro interés detrás. "Quienes creemos en lo nacional, popular y democrático debemos darnos además un análisis profundo y descarnado frente a este fenómeno que más allá de la existencia de organizadores, financiadores y responsables (que siempre los hay) captura a segmentos de la población (inclusive algunos en contra de sus propios intereses económicos) para jaquear la democracia", reflexionó.
Sobre el cierre de hilo de tuits, la vicepresidenta confió en "la experiencia de Lula para afrontar este verdadero desafío a la democracia del Brasil".