REDES Juan Pablo fue el primero que se acercó a ayudar a Milena, quien había chocado contra un poste. A través de Facebook, recordó los minutos en los que la acompañó.
El fin de semana, una joven de 18 años tuvo un grave accidente al chocar contra un poste de luz frente al COTO de Temperley. La primera persona que se acercó a auxiliarla fue Juan Pablo Gómez, quien se quedó con ella hasta que llegaron los rescatistas y luego su familia. Dos días después, el hombre escribió un conmovedor relato sobre esos minutos en que acompañó a la adolescente.
Era el mediodía del domingo. Milena conducía un Ford Ka blanco por la avenida Hipólito Yrigoyen al 10.600 cuando, según una testigo, fue encerrada por una camioneta Renault Kangoo gris. La chica intentó esquivarla, perdió el control e impactó violentamente contra una columna de iluminación.
El coche terminó en la vereda del COTO, con Milena asustada, golpeada y atrapada entre fierros y autopartes retorcidas por el impacto. Lo siguiente que vio fue el rostro de Juan Pablo, un vecino de Almirante Brown que se acercó a ayudarla. No podía hacer mucho, ya que la puerta del auto estaba trabada, pero tuvo el gesto de hacerle compañía mientras llegaba el auxilio.
A Juan Pablo le quedó cada instante grabado en la mente, a tal punto que relató todo en una emotiva carta que posteó en Facebook. "Corrí sin saber que podía descubrir entre hierros retorcidos, espantando fantasmas en mi mente. Pero no era tu día, eso me alegró saber cuando te vi. Fue mi rostro, desconocido para vos, el primero que viste, fue mi voz la primera que escuchaste, a través del vidrio. Palabras desde una nebulosa, te habrán parecido. Y no olvido tu mirada de niña buscando auxilio", describió en la publicación.
Milena lloraba y lo único que quería era hablar con su mamá. Mientras Juan Pablo intentaba calmarla, se pegó un gran susto cuando se soltó un cable: "Me hizo temer lo peor. Recordé el poste de luz, el ruido de metal, y como una serpiente buscándome los pies, que yo movía. No era de luz. Sentí, entonces, que así como no era tu momento de partir tampoco era el mío".
Minutos después llegaron los Bomberos Voluntarios de Lomas de Zamora, personal de Defensa Civil y una ambulancia de Emergencias Lomas. Juan Pablo se corrió sin perder de vista a Milena. "Me quedaría hasta que llegue tu familia, te prometí. Para darte la mano, acariciar tu cabeza y decirte tranquila. Y las veces que me alejé, por órdenes que recibía, me mantuve a tu vista", recordó.
La adolescente fue puesta en una camilla para ser trasladada al Hospital Llavallol. En ese momento llegó su familia. Juan Pablo se despedía desde lejos. "Chau Milena, ya está tu mamá, vas a estar bien. Y desde la camilla, inmóvil, sola todavía, me agradeciste. Me fui pensando que Dios iba sentado a tu lado y que la muerte era la que viajaba atrás. Buena y nueva vida, niña", fueron las palabras del hombre para cerrar el posteo que, quizás, la chica pueda leer algún día.
Juan Pablo también repudió la actitud de quien manejaba la camioneta que habría provocado el choque del Ford Ka de Milena: "La utilitaria huyó con su cobardía a cuesta y su humanidad en la guantera".