EN BARILOCHE Participarán en la carrera de los 100 años que se llevará a cabo en San Carlos de Bariloche, entre el 2 y 4 de diciembre.
Será la primera vez que participen en el tradicional Desafío ECO YPF, la competencia de autos eléctricos que son construidos por alumnos de distintas escuelas del país teniendo en cuenta el uso eficiente de la energía renovable. Se trata de los estudiantes de 6º y 4º Año de la Escuela Tecnológica Ingeniero Giúdici (ETIG) que funciona bajo la tutela la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Lomas de Zamora, y quienes estarán en la carrera de los 100 años, entre el 1 y 4 de diciembre, en San Carlos de Bariloche.
El auto con el que competirán fue construidos por los propios alumnos y es el resultado de un trabajo colaborativo entre distintos docentes de la sede académica, que este año celebra 50 años de vida y a la vez coincide con los 30 de la escuela preuniversitaria, que funciona en el campus ubicado en Juan XXIII.
La participación en esta carrera, que tiene como objetivo concientizar el valor de los transportes alternativos no contaminantes, nació a través del profesor la asignatura Cinemática, George Faks, quien es ingeniero mecánico; Marcelo Bertoglio, coordinador del ciclo superior de la ETIG; y el profesor de la materia Estática y Resistencia de Materiales, Sergio Luna.
En diálogo con Diario La Unión, Bertoglio reveló que "la iniciativa surgió del profesor de 6º año de la materia Cinemática George Faks". "El año pasado comentó que le gustaba participar, pero para esa altura no había posibilidades porque estábamos a fin de 2021 y esa carrera ya se había corrido. Entonces acordamos retomar el tema este año y ver lo que podíamos hacer", explicó.
En ese sentido, el responsable precisó que los trámites para participar de la carrera comenzaron entre marzo y abril, mientras que la inscripción al desafío fue en junio. Para empezar con la construcción del vehículo, contaron con el respaldo de la entidad académica y el padre de las participantes.
"Leandro Rodríguez, funcionario de la Facultad y socio de la empresa Montamar, y el papá de una alumna que integra el proyecto, Claudio Lozano, fueron quienes ayudaron a impulsar la participación", detalló Bertoglio.
Motorizados por el entusiasmo
"Los chicos -de entre 14 y 18 años- tienen un gran entusiasmo y hay días que se han quedado a trabajar hasta las 1.30 o 2 de la mañana porque empezó siendo un proyecto de la materia Cinemática. Como la escuela está cumpliendo 30 años y la universidad, 50; pasó a ser un proyecto institucional porque lo respaldan todas las autoridades de la Universidad. Es una novedad que los alumnos de la secundaria estén desarrollando un auto para una competencia", expresó Bertoglio.
Además, el coordinador del ciclo superior de la ETIG detalló cómo fue construido el auto, destacó que recibieron la capacitación de distintas firmas y docentes de la Facultad de Ingeniería.
"Acompañados por el profe, George Faks; otro de Estática y Resistencia de Materiales, Sergio Luna, entre los tres empezamos a guiar a los chicos para de poder armar el auto: desarrollaron el chasis, la carrocería, apoyados por empresas que nos fueron dando una mano para poder conseguir los distintos elementos que hacen falta para fabricarlo", afirmó.
YPF les otorga un kit que consiste en un motor, baterías, ruedas, frenos y algunos elementos más simpes. "A partir de ahí hay que desarrollar la inventiva y habilidad de los alumnos", indicó Bertoglio.
A su vez, el responsable aclaró: "La universidad no puede recibir dinero como donación, solo cuestiones materiales. Por eso, todas las empresas nos están dando una mano con materiales".
"Por ejemplo, Extraplas, que es una empresa importante de Lomas de Zamora que fabrica tanques de fibra de vidrio nos donó ese material para fabricar la carrocería. Además, nos invitó a que vayamos con los alumnos a la empresa y sobre el molde que habían preparado la carrocería, les enseñó a trabajar la fibra de vidrio para fabricar la carrocería. Les dieron un pequeño curso de capacitación", aseguró Bertoglio.
Y, como esa ayuda, hubo otras por parte de expertos de carreras de la sede de la UNLZ. "Todos los laboratorios de la facultad están a disposición nuestra para fabricar el chasis. Los profesores capacitaron los chicos sobre resistencia y ensayo del material utilizado para saber el tipo de esfuerzo que iba a soportar. Lo mismo pasó con un docente Ingeniería Ferroviaria, quien tiene muchísimo conocimiento en coches de ferrocarril y los capacitó con algunos softwares, como uno con túnel de viento", explicó Bertoglio.
Y agregó: "Fueron captados en soldadura. Encaramos todo esto desde el punto de vista educativo formativo de los alumnos".
Cómo es el auto eléctrico de la ETIG
Se trata de un auto eléctrico impulsado por cuatro baterías de 12 watts y un motor de 48 watts, que es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 45 kilómetros por hora. Su diseño y desarrollo es libre, debe respetar un reglamento técnico: puede medir hasta 2,50 metros de largo y un 1 metro de alto con la protección que tiene que medir el piloto.
El vehículo tiene frenos delanteros obligatorios y otro trasero auxiliar, asociado a una caja controladora auxiliar. Toda esta estructura, en tanto, está apoyada sobre cubiertas y ruedas de bicicleta provistas por YPF, que hace todo a un peso de unos 155 Kg.
Cómo es el desafío ECO YPF
A diferencia de otras ediciones, esta es la carrera de los 100 años que se llevará a cabo, entre el 2 y 4 de diciembre, en San Carlos de Bariloche. De la competencia participarán un centenar de escuelas de todo el país entre las que figuran, además de la ETIG, el Instituto San Bonifacio de Lomas y la Escuela Técnica Secundaria N°5, de Temperley.
Al igual que otros años, el desafió consistirá estará en cinco etapas: un Sprint femenino, Flying Lap, Challenge Setup, 1/8 de Milla y Endurance -esta prueba dura 80 minutos, con cambios de pilotos en el medio, e implica un circuito callejero que estaría comprendido entre el Centro Cívico y Lagustillo.