Para agendar El extécnico de las Gigantes estará al frente de las jornadas en el Palo Metz. Habló de valor de la etapa formativa y el crecimiento del básquet femenino.
Cristian Santander, exentrenador de la Selección Argentina de básquet femenino, estará a cargo de un campus en el club Temperley entre el 14 y 16 de octubre. Destinado a jóvenes basquetbolistas de entre 12 y 18 años, estará dividido en jornadas y el objetivo central, según reflejó el DT, será "ayudarlos a que sean mejores" deportistas. La inscripción, con cupos limitados, está abierta hasta el 5 de octubre.
En diálogo con Diario La Unión, Santander dio detalles de lo que serán los tres encuentros en el Palo Metz, el cual será mixto, abierto para cualquiera y con un valor de $6 mil. También analizó la realidad del básquet femenino y les mandó un mensaje a los clubes de fútbol.
"Habrá entrenamientos, trabajos físicos y charlas multidisciplinarias, con el objetivo de ayudar al desarrollo de los deportistas", señaló. Y en esa línea, siguió: "Aspiramos a que sea un impulso, una motivación, para que los chicos y chicas jueguen cada vez mejor al básquet. La misión es ayudarlos a que sean mejores y darles herramientas para que se dediquen profesionalmente a este deporte".
El DT sabe que la etapa formativa es muy importante y remarcó que es "clave" para el desarrollo de un basquetbolista. "A esa edad son una esponja, absorben todo rápidamente, y eso hay que aprovecharlo. Por eso, a estas edades, la parte técnica es fundamental y hay un concepto que usamos bastante: tactificar, que quiere decir usar la técnica al servicio de lo táctico. Es muy importante trabajar mucho la técnica para que después la puedan aplicar en la táctica", señaló.
Y continuó: "Hay tres aspectos fundamentales que hay que trabajar en la etapa formativa: la técnica individual, la condición física, en la que se incluye la alimentación, y la parte mental. La segunda es clave porque hoy un deportista tiene que ser un atleta y la tercera porque, luego de lo que genero la pandemia, hay que recuperar el hecho de competir, ya que el básquet es un deporte colectivo".
BÁSQUET FEMENINO, EN CRECIMIENTO
Santander conoce bien el básquet femenino. Estuvo al frente de la selección chilena tanto femenina como masculina y durante seis años comandó a las Gigantes con grandes números: 36 victorias y 17 derrotas (un 67% de efectividad). Y consiguió dos títulos: Juegos Odesur, en Chile, en 2014 y Sudamericano, en Tunja, en 2018, más un bronce en el Preolímpico de 2015 y una medalla de Plata en la AmeriCup 2017.
Con estos antecedentes, analizó la realidad del básquet, especialmente el femenino, y se mostró ilusionado con mejoría de los últimos años, con jugadoras en las ligas más importantes del mundo y esto, de a poco, se empieza a ver en los diferentes campus a los que asiste.
Si River o Boca tuvieses sus equipos de básquet femenino, ayudaría un montón. Se le daría más difusión y se generaría un efecto multiplicador
"Hace años el básquet femenino viene luchando por la igualdad de oportunidades y hoy está en esa búsqueda para hacerlo más justo. Estuvo muy relegado por y de a poco, va dando pasos cortos. Está creciendo, pero hay que ayudarlo a que siga por este camino", comentó.
Y en ese sentido, lanzó una idea que, según su punto de vista, puede ser importante para que se masifique la rama femenino en un deporte en el que el masculino, gracias lo que fue la Generación Dorada y la continuidad con Facundo Campazzo y compañía, se instaló fuertemente.
"Al básquet femenino le falta difusión y que los clubes grandes, o sea los de fútbol, tengan equipo. Si River o Boca tuvieses sus equipos, ayudaría un montón. Eso le daría un efecto multiplicador, llamaría la atención de los medios y sería un respaldo muy importante. Habría más interés y lo consolidaría", concluyó el entrenador.