en temperley El festival que organizan vecinos de zona Sur desde hace más de una década ofreció una cita de lujo, con mucha mixtura y matices de rock, heavy, blues y psicodelia. Poseidótica, Dos Pirámides, Vinociraptor y Vulevard, los convidados.
La fiesta Surfer Rosas volvió a validarse en una nueva noche a puro rock y exploración sonora en el Padilla de Temperley. Los diez años que tienen en su haber este grupo de vecinos de zona Sur organizando fechas, quedaron respaldados en la noche del domingo, con la fecha en la que tocaron cuatro bandas con interesantes matices y búsquedas.
Vulevard abrió la noche, demostrando que quiere pisar fuerte en la escena rocera. Con un gran volumen y un sonido intenso, y algunos pasajes psicodélicos a modo de zapadas, introdujo al público en la entrada en calor.
El trío Vinociraptor trío tomó el guante rockero y subió un escalón más a la entrada en calor, con una batería furiosa, un guitarrista ajustado y el protagonismo ineludible de su cantante y bajista: el sonido setentoso, y la referencia a Zeppelin se hicieron claros, entre matices bluseros.
Dos Pirámides bajó el volumen de la noche, introduciendo una atmósfera de exploración, con efectos, y una original propuesta que va desde el hardrock al garage, al heavy blues y no se desprende en ningún momento de una búsqueda psicodélica. Los coros, arreglos y efectos se hicieron notar como una marca más que interesante y original de la banda.
El cierre estuvo en manos de Poseidótica, que volvió a explorar en la complejidad de varios universos posibles: con el Stoner como raíz primaria, hacia las alturas del new metal, con toques tribales. La experimentada banda no detiene su búsqueda por nuevos sonidos, generando climax disímiles, e introdujo al público en ese viaje con una calidad instrumental impecable.