MANO A MANO En entrevista con La Unión, el capitán y referente dejó en claro a qué apunta el plantel del Gasolero.
Gastón Bojanich, a sus 37 años, transita su segunda etapa como futbolista de Temperley. Debió rescindir su contrato con Nueva Chicago para pegar la vuelta a Turdera. Hoy asegura que se siente cómodo y en diálogo con La Unión, habló de los objetivos.
Tras desprenderse contractualmente del club de Mataderos, Bojanich mantuvo contacto con los dirigentes de Temperley, quienes le ofrecieron volver a la institución y convertirse en el central de experiencia que estaban buscando. "Ante esto, pesó mi sentimiento para con el club", expresó.
- ¿La Primera Nacional es un torneo competitivo?
- Es un torneo muy parejo, con muchos equipos, donde se destacan Belgrano y San Martín, que cuentan con un presupuesto diferente al del resto.
- Temperley es un grande de la categoría. ¿Buscan el ascenso o van por el reducido?
- El arranque no fue el esperando, al principio no se dieron los resultados y a raíz de eso quedamos relegados en la tabla de posiciones. Con la llegada de José María Bianco se produjo un cambio de mentalidad en el plantel, para bien, de tal forma que pudimos escalar posiciones y, de esta manera, comprobar hacia dónde vamos y para qué estamos.
- ¿Qué te exige el entrenador adentro del campo de juego?
- Me pide orden, firmeza y tratar de hacer siempre la más fácil. La idea que tiene la estamos trabajando. Siempre hay cosas para mejorar.
Gastón Bojanich le cuenta a este medio de qué forma llegó a la capitanía. Bajo las órdenes de Fernando Ruiz, fue él quien le ofreció la cinta, lo que, confiesa, fue un gran orgullo y responsabilidad. "Tal vez por edad y pasado. Si no tuviera la cinta, sería un ejemplo para mis compañeros desde el esfuerzo", sostuvo.
- Pese a la diferencia que hay entre la Primera División y la Primera Nacional, en la Copa Argentina eso no se refleja. ¿A qué se debe?
- En la Copa Argentina sucede que el equipo de categorías inferiores lo toma de manera especial. Se prepara ese encuentro de forma distinta al torneo de la divisional, para tratar de equiparar con los planteles superiores. Ya que hay más jerarquía. Se juega a otro ritmo. Existe una notable diferencia, pero de a poco se va acortando esa distancia.
- ¿Alcanzaste todos tus objetivos en el fútbol?
- Uno siempre se plantea objetivos, obviamente que mi sueño era jugar en Primera y lo logré. Enfrentar a los equipos más grandes de la Argentina, jugar Copas Internacionales y esto pude hacerlo con Argentinos Juniors. Hoy en día, en lo grupal, la búsqueda es clasificarnos al reducido. Y en lo personal, seguir creciendo día a día.
- ¿Te ves como entrenador en un futuro?
- No me veo como entrenador, sí como kinesiólogo. En razón de que siendo entrenador se sufre más que como jugador.
- Tuviste muchos entrenadores a lo largo de tu carrera. ¿Cuál fue el que más te marcó?
- Uno siempre trata de aprender del entrenador que le toque. El que más me marcó fue Gustavo Álvarez. Fue uno de los que más libertad de acción me dio y a su vez me hacía ver virtudes y defectos. Alfredo Beri es un gran técnico de que aprendí muchas cosas.