mundos personales Un libro narra el derrotero de la vivienda familiar del prócer argentino y la de su posterior demolición.
Manuel Belgrano es una de las figuras más importantes de la historia argentina y latinoamericana y una publicación hace foco en rescatar la casa que supo habitar el prócer y su familia hace más de 200 años.
El libro "Manuel Belgrano. La verdadera historia de su casa familiar en Buenos Aires" reconstruye en sus páginas las características y el sitio que ocupó el solar donde nació el prócer y aporta datos poco conocidos, al menos hasta ahora.
Publicado en coautoría por el historiador Roberto Colimodio y el arquitecto Alejandro Maddonni, la obra intenta saldar una deuda histórico-arquitectónica respondiendo las preguntas sobre ¿cómo era la casa de Manuel Belgrano en Buenos Aires?¿Cuándo y por qué fue demolida?
A partir de allí los autores exploran la historia de la casa desde la compra en 1764 por parte del italiano Domingo Belgrano Peri y la criolla Josefa González Casero, padres del prócer, hasta su demolición y posterior construcción de otros edificios.
El solar permaneció invariable desde la compra de 1764 hasta su venta judicial en 1870 y en él vivieron descendientes de los constructores de la casa en una posesión ininterrumpida de más de cien años.
En 1873, la casa ya no pertenecía a la familia Belgrano y los nuevos dueños unieron la parcela a otra propia de calle Defensa donde funcionaba desde hacía décadas la Droguería Demarchi Hnos, para más tarde demolerla y construir un edificio para renta.
Su demolición se produjo a fines de la década del 70 para dar paso a un edificio que luego sería también demolido para construir el actual Calmer.
Según los autores, se trataba de una casa austera, quizá lujosa para la época de su construcción, preparada en su frente para comercio, almacenes o depósitos, que sobrevivió más de cien años hasta su demolición.
Según da cuenta la publicación, la casa fue reconstruida digitalmente a partir de tres tasaciones halladas en el Archivo General de la Nación (AGN) cuyas características tipológicas corresponden al último cuarto del Siglo XVIII demostrando que las imágenes difundidas actualmente no corresponden a la casa histórica sino a su vecina.
Derriban además otros relatos que han rodeado su historia incorporando datos catastrales, edilicios, sucesorios y genealógicos inéditos o poco conocidos.
Con prólogos de Manuel Belgrano, presidente del Instituto Nacional Belgraniano -chozno nieto del prócer- y de Daniel Schávelzon fundador y director del Centro de Arqueología Urbana de la FADU, UBA, la obra se perfila como una verdadera revelación histórico-arquitectónica" encuadrada en el laberinto de la preservación del patrimonio cultural de la ciudad".