Copa Argentina A un día de que se juegue el encuentro y por pedido del Municipio de Lanús que no podía garantizar la seguridad, quedó postergado y sin fecha.
Un rumor a voces venía tomando forma en las últimas horas: el Municipio de Lanús no quería que el partido entre Los Andes y Tigre se juegue este miércoles en la cancha del Grana. Y finalmente lo consiguió.
A las 19.30 los equipos tenían programado enfrentarse por los 32 avos de final de la Copa Argentina en Guidi y Cabrero. A un día y pocas horas más del inicio del partido, y con las entradas a la venta desde ya algunas horas, se confirmó que ello no ocurrirá.
A través de un comunicado a la prensa, Los Andes dio a conocer los hechos. "Ante la exigencia del Municipio de Lanús de disputar el encuentro ante Tigre sin público, las autoridades ofrecieron tres diferentes escenarios: suspender el partido, realizarlo a puertas cerradas o mudar la sede al Estadio de Morón. La Comisión Directiva de Los Andes, posterior a ofrecer todas las garantías de seguridad a los funcionarios lanusenses, expresó su clara postura de jugar sí o sí con la presencia de los y las hinchas. Por ende, se optó por elegir la primera opción, que es suspender el partido", explicaron.
Y en el texto agregan: "Ahora se aguardará la programación de una nueva fecha. A la brevedad se les informará a los y las simpatizantes Milrayitas el proceso para la devolución del dinero de aquellas entradas que ya fueron adquiridas".
En sus redes sociales, el responsable de Seguridad del Municipio de Lanús, Diego Kravetz, ya había dejado en claro su postura respecto al partido, cuestionando su realización. "Sabemos de los problemas que han sucedido con la hinchada de Los Andes en el pasado. Por esto, creo que no están dadas las condiciones para que el encuentro se lleve adelante y así se lo hicimos saber a las autoridades competentes. Vamos a agotar todas las instancias con las herramientas que tenemos a nuestro alcance para que el cotejo no se realice porque pone en peligro a los lanusenses", publicó.
Lo cierto es que apenas unas semanas atrás habían jugado en ese mismo estadio, a cancha llena y con público de las dos parcialidades, Racing contra Boca. En lo que se preveía un encuentro con mucho menos público como el que pueden movilizar Tigre y Los Andes, y llegando desde dos zonas opuestas (zona Norte y zona Sur), la postura fue no permitir que se juegue anunciándola a menos de 48 horas del match.