voley El central, pieza importante del Defensores de Banfield, fue convocado al seleccionado sub-23 y disfruta al máximo. "Sé que es una oportunidad increíble", dijo.
Defensores de Banfield aportó dos de sus exponentes en la convocatoria de la Selección Argentina sub-23 de vóley y uno de ellos, Leonel Escudero, no ocultó su "felicidad" por el llamado y remarcó que es una "oportunidad increíble" poder entrenar con el combinado nacional con miras a varias competencias internacionales preparatorias para el Mundial de la categoría.
"La verdad que sentí mucha emoción cuando me citaron, pero también me generó nervios por la responsabilidad que significa. Hoy, después de las primeras prácticas, sólo tengo ganas de poder mostrarme. Sé que es una oportunidad increíble y la quiero aprovechar", resaltó el joven de 21 años durante una charla con Diario La Unión.
Escudero, junto a Ramiro Monesterolo, el otro convocado del Defensores, completó la primera semana de entrenamientos y, según comentó, las mismas son "tranquilas" porque tienen como objetivo "observar" a los jugadores con miras a lo que será la conformación del plantel que participará el próximo campeonato panamericano.
Y eso, para este chico oriundo de La Pampa, ya es un logro importante. "Estar en la Selección, aunque sea para entrenar, significa mucho porque ya formar parte de un proceso del seleccionado me hace feliz. Y más porque es algo que no esperaba, fue una linda sorpresa", remarcó, aún emocionado, el central del Defe, que tuvo una destacada actuación en la Liga Argentina y fue el cuarto jugador que más puntos sumó en el equipo (248).
"Creo que, en el último tiempo, mejoré varias cosas de mi juego, hoy hago cosas que no hacía y eso me ayudó a dar un salto de calidad. Y ahora estoy enfocado en trabajar duro para poder formar parte de los desafíos que tiene la Selección Argentina" resaltó Leonel, ilusionado con la importante oportunidad que tiene por delante.
UN LAZO ESPECIAL
Escudero llegó al Defensores de Banfield hace cuatro años y desde ese primer día sintió un cariño especial. Y eso, con el paso de los años, se hizo cada vez más fuerte, al punto que no quiere irse nunca del club. "Me resultaría muy difícil poder despegarme de esta institución que me abrió las puertas y a la que quiero mucho", resaltó.
Y siguiendo esa línea, este pampeano, que fue observado en un torneo abierto en Santa Fe y allí lo convencieron para que deje su provincia natal para perseguir su sueño en el Sur del Gran Buenos Aires, concluyó: "Voy a dar lo mejor de mí para ayudar a que el Defe se mantenga en la pelea de arriba y poder dejarlo lo más alto posible".