judiciales Aseguró que fue interceptada cuando volvía de un almacén: sostuvo que a punta de pistola la amenzaron. Se la acusa de ser cómplice de un robo millonario.
Fuentes judiciales indicaron en charla con La Unión, que la mujer manifestó que aquella tarde del 7 de marzo pasado fue interceptada cuando salió de comprar de un almacén cercano a la casa del anciano, situada en situada en San Blas al 300, en la mencionada localidad. Planteó que cuando regresaba, vio a un muchacho en una parada de colectivo, entonces, decidió guardar su celular y agarrar bien las bolsas que traía consigo.
"Cruzo y al pasar se me pone de costado ese muchacho y me apunta con un arma. Me la pone en la cintura, me abraza, me dice que camine tranquila. Me saca las bolsas de las manos, no sé qué hizo con el arma en ese momento, me dice que camine tranquila, que eran profesionales, pero en ese momento estaba solo", dijo.
"Hasta en un momento agarraron una plancha y lo amenazaron al abuelo de que si no decían dónde estaban las cosas nos iban a quemar a los dos."
"Ya doblando, me decía que haga como que yo lo conocía, que camine, que no grite, que no se me ocurra gritar, que sino me iban a pegar un tiro. Quedo yo asustada, en ese momento ya doblamos, y aparece otro más", planteó.
"Yo iba llorando hasta que entraron a la casa. Ya una vez que ingresaron empezaron a agredir verbalmente tanto al abuelo como a mí, revolviendo toda la casa. Me sacaron mi teléfono, mi celular y una alianza mía. Revolvieron toda la casa, nos amenazaron constantemente. Hasta en un momento agarraron una plancha y lo amenazaron al abuelo de que si no decían dónde estaban las cosas nos iban a quemar a los dos", agregó con detalle, al tiempo que indicó que ambos fueron golpeados.
La cuidadora, de 31 años, es imputada por el delito de "robo agravado por su comisión en lugar poblado y en banda y por el empleo de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no ha podido acreditarse".
De acuerdo a la reconstrucción del hecho realizada por el Ministerio Público Fiscal, aquel día, en torno a las 20:30, la mujer junto a dos delincuentes "mediando un plan común y acuerdo de voluntades" entraron a la vivienda del jubilado de 88 años a quien tenía a su cargo.
Simulando haber sido interceptada en la vía pública cuando regresaba de realizar compras, entra a la vivienda junto a los dos sujetos armados, quienes al ingresar redujeron al dueño de la casa y lo encierran en un dormitorio, junto a la mujer, quien habría fingido ser víctima del ilícito.
Los ladrones se llevaron un millón de pesos, US$5 mil, dos cuadros, un equipo de gimnasia, un teléfono celular, llaves y el control remoto de una alarma. Aún no hay rastros de ambos. La acusada asegura no haberlos visto nunca antes.
Interviene la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°11 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, a cargo del doctor Claudio Barrionuevo.
EL CASO
Tras el hecho, el jubilado llamó al 911 para denunciar el delito, entonces efectivos policiales del Destacamento de Turdera se presentaron en la vivienda. Allí se entrevistan con el anciano y su cuidadora, quienes les describieron lo ocurrido.
No obstante, con la colaboración de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora y a partir de un relevamiento de testimonios y cámaras de seguridad públicas y privadas, logran dar cuenta que la empleada fue cómplice de los delincuentes.
Según precisaron fuentes policiales a este medio, en diferentes videos se puede observar caminando hacia la casa en compañía de uno de los ladrones, contradiciendo sus declaraciones.