salud Hace dos años, el mundo se detenía por completo: el brote mundial del Coronavirus nos agarró a todos por sorpresa y nos dejó asustados. Hoy, 24 meses más tarde, estamos más preparados.
Hace dos años, el mundo se detenía por completo: el brote mundial del Coronavirus nos agarró a todos por sorpresa y nos dejó asustados, desconcertados, sin entender lo que estaba pasando. Gobiernos tomando medidas drásticas, ciudades enteras en cuarentena, millones de contagios, muertos... Yo, por suerte, la pude contar. Pero la pasé muy mal.
Hoy, 24 meses más tarde, la pandemia parece estar por fin quedando atrás. Las vacunas sirvieron y mucho. En Lomas de Zamora, por ejemplo, venimos con un promedio por debajo de los 500 casos de covid por semana, un número impensado un tiempo atrás. Lo más importante es la lección que aprendimos una vez más: la salud es lo más importante que tenemos. El desafío ahora es cuidarnos ?nosotros y al planeta? para evitar la irrupción de otra pandemia. Lo cierto es que ahora estamos mejor preparados que hace dos años y muchísimo mejor que algunas décadas atrás. Especialmente en Lomas de Zamora.
En los comienzos de Lomas como ciudad, la medicina era ejercida por muy pocos profesionales. De hecho, cuando se designó en 1887 a Carlos Villar como médico municipal había... ¡un solo médico para todo el partido!
En esa época, el distrito no tenía centros asistenciales y los vecinos enfermos debían ir a ver directamente a los requeridísimos especialistas. Ante esta situación, la colectividad británica decidió fundar en 1887 la Victoria Convalescent Home, en Llavallol, dependiendo del Hospital Británico de Buenos Aires. En aquellos días, Temperley recién empezaba a asomar como pueblo y la mayoría de sus viviendas eran quintas eran de veraneo de familias acomodadas de Capital Federal, por lo que no había urgencia de construir más centros de salud.
El Gandulfo de Lomas fue inaugurado recién en 1906 y la ambulancia del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Lomas de Zamora fue adquirida en 1911. Un poco antes, el 26 se setiembre de 1908, era construido el Asilo de Alienadas, luego el Hospital Estévez, en Garibaldi al 1400. El doctor Estévez, junto con los doctores Cabred y Borda, se habían especializado en atender y tratar a los enfermos psiquiátricos, que hasta entonces eran confinados en hospitales.
De allí en adelante, el desarrollo de la salud en nuestro distrito fue meteórico: el 9 de noviembre de 1913, por ejemplo, se inauguró el Hospital Español de Temperley, que llegó a ocupar 12 hectáreas. ¡Nos vemos la semana que viene, queridos amigos de La Unión!