Paternidad El Taladro estiró la brecha a 11 partidos en el historial. Y después del 1-0 se desató el festival verde y blanco en el vestuario y las calles banfileñas.
El pitazo final de Fernando Echenique desató el carnaval verde y blanco. Banfield, que venía de dos tropiezos consecutivos en la Copa de la Liga, se repuso en el clásico como visitante y se colocó en carrera por la clasificación en la Zona A.
Las postales comenzaron con el festejo de los jugadores en el campo de juego, el recibimiento a cada uno de ellos por parte del entrenador Diego Dabove camino al vestuario, más cánticos y gastadas al rival y el recibimiento de la gente que siguió el partido por televisión en sus casas, bares o a la distancia.
"El minuto de silencio para el Grana?" fue lo primero que retumbó en una Fortaleza que lentamente comenzaba a quedar vacía en medio de la bronca y el lamento por otro clásico que se va sin festejos propios.
Después, Dabove, en su debut en el Derby del Sur, esperó a cada uno de sus muchachos y se fundieron en abrazos, palmadas y besos de felicidad. Ya el recinto, que quedó impecable de limpio y prolijo antes de emprender el regreso a casa, la foto del plantel completo con la bandera de fondo verde y letras blancas que rezaba: "Que la historia se repite otra vez".
Y el recuerdo de dos números 1 inflables que formaron el número 11, en alusión a los partidos de ventaja que el Taladro le lleva al Granate en el historial general. Y muchos de los futbolistas posaron para la instantánea disfrutando la paternidad.
De regreso a Peña y Arenales el contacto con la gente, apenas separados por las ventanillas del micro, que casi como un ritual se aglomeró en Alsina y Maipú, tradicional esquina de festejos banfileño y punto de reunión para las caravanas al estadio Granate en tiempos donde el visitante podía concurrir al estadio del vecino.
El CM del club también tomó parte del triunfo: "Festival Lollopalooza", comparando y jugando con el autor del gol, el defensor Luciano Lollo, y el festival de música.
Pasó otro clásico sin derrotas para Banfield, que no pierde desde el 2 de abril de 2017 (2-4 en campo rival). Verde y blanco, los colores que quedarán grabados hasta el próximo choque entre el Taladro y el Granate.