De exportación Alejandro Amoruso hace las veces de embajador del deporte de contacto y brindará seminarios para deportistas en Estados Unidos.
En tiempos de alta popularidad para los deportes de contacto en el mundo, un representante lomense es el encargado de esparcir conocimientos. Alejandro Amoruso, campeón nacional en sus años de deportistas, es una de las caras del kick boxing argentino en Miami.
Con 43 años, hoy se encuentra alejado de la competencia profesional y más vinculado a la enseñanza. En 2002 obtuvo el Open Nacional y también se consagró campeón a nivel Panamericano, además de haber sido pupilo de Jorge Gionco, reconocido profesor de Banfield y competir en Lomas y en Lanús. Ahora, en esta etapa de formador, suele viajar a Estados Unidos para realizar seminarios apuntados básicamente a deportistas o futuros atletas, aunque son abiertos a nuevos alumnos.
"Yo competí hasta el año 2018. Tuve la etapa de muy poca popularidad, donde quizás había dos torneos anuales, y pasé a esta última etapa con competencias todos los fines de semana".
Este fin de semana arribará a la Florida para desarrollar un encuentro junto a jóvenes y adultos. Y como parte de esta estadía en el país del norte, uno de los objetivos pasa por instalar una sede de Kbox (la Asociación Argentina de Kickboxing) allí, la cual es dirigida por Gionco. "Siempre tengo mucha expectativa porque los seminarios son parte de esta nueva etapa de mi carrera. Además, son días de mucho entrenamiento que me pueden ser útiles porque puede ser que vuelva a pelear en la categoría senior. Si así fuera, voy a aprovechar para entrenar allá con un profe de muay thai", indicó Amoruso.
Desde comienzos de este siglo a la actualidad, las distintas ramas del deporte de contacto coparon los medios, tienen un lugar casi fijo en las grillas de televisión de los fines de semana y cuentan con decenas de representantes súper populares, inclusive entre el público menos adepto (como los casos de McGregor o Mayweather, por nombrar a dos). De solo haber alguna pelea de boxeo cada tanto, ahora la oferta incluye todo tipo de combates, tanto de MMA como de variantes más específicas.
"Yo competí hasta el año 2018. Tuve la etapa de muy poca popularidad, donde quizás había dos torneos anuales, y pasé a esta última etapa con competencias todos los fines de semana. En mi caso ya era grande cuando se dio el boom como para poder pelear tan seguido y quizás hacia una sola por mes. Pero los más jóvenes hoy están peleando dos y hasta tres veces por mes. Es tremendo como creció el deporte", concluyó.