Los padres de todos nosotros 

De puño y letra  Lanús, Adrogué, Portela y Grigera fueron aquellos hombres que decidieron asentarse en el barrio por primera vez y marcaron un camino.

Hace unos días pasó el Día del Padre. Para mí siempre es un día especial. Por un lado, porque ya no tengo al mío al lado y lo extraño mucho. Por otro, porque me invita a reflexionar acerca de cómo soy yo con mis hijos. Es una relación hermosa, pero también difícil. Uno trata de hacer siempre lo mejor. Pero a veces, eso que hacemos hace que estemos separados mucho tiempo de ellos. Lo bueno es que la vida me enseñó que aunque no lo creamos, ellos siempre nos están mirando.  

Me gustaría aprovechar esta introducción para meterme de lleno en la historia de los fundadores, aquellos hombres que decidieron asentarse en nuestro barrio por primera vez y marcaron un camino en todos nosotros. Sí, los padres de Lomas de Zamora. 

La historia comienza a principios de la década de 1860, cuando Anacarsis Lanús, Esteban Adrogué, Francisco Portela y Victorio Grigera le presentaron a Bartolomé Mitre, por entonces gobernador de Buenos Aires, un proyecto para independizar al partido. Hasta entonces, Lomas dependía de Barracas al Sud. 

Mitre dio su aprobación y así, el 10 de septiembre de 1861, se concretó la esperada emancipación y autonomía municipal para la entonces llamada Ciudad de la Paz. Vale aclarar que, en un principio, los límites de nuestro distrito (se fijaron en febrero de 1865) eran mucho más amplios que los actuales y ocupaban áreas que hoy corresponden, por ejemplo, a Remedios de Escalada y Monte Grande.  

El nacimiento del partido coincidió con la construcción del templo religioso más importante de la zona: la Catedral Nuestra Señora de la Paz, en octubre de 1860. Como no podía ser de otra manera, la propuesta original fue de Francisco Portela y la piedra fundacional se emplazó en la chacra de Victorio Grigera. Don Esteban Adrogué, quien más adelante fundaría la ciudad vecina que lleva su apellido, también participó del proceso.  

Adrogué fue de hecho quien encargó la imagen de la Virgen que ubicaron dentro el templo, llamada Madonna de la silla. La obra fue realizada por un artista catalán, en Barcelona. El costo de la misma fue de 25.000 pesos de entonces y antes de llegar a su destino final en el centro de Lomas estuvo dos años en la sacristía de la iglesia de San Miguel Arcángel de Capital Federal, a la espera de la finalización del templo. El mismo fue inaugurado finalmente el 22 de enero de 1865 y terminado 35 años más tarde, justo en 1900. 

Lanús, Adrogué, Portela y Grigera son nombres que hoy suenan conocidos. Para muchos quizás no son más que estaciones de trenes, calles o una plaza. Pero en realidad fueron quienes eligieron este barrio y lo marcaron a fuego. Nada más y nada menos que los padres fundadores de nuestras ciudades. 

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