recomendado Victoria de la Puente y Nehuén Rapoport, que se conocieron en la Escuela de Música Popular de Avellaneda, lanzan un notable álbum con invitados estelares.
Arroyito Dúo, una joven formación que completan Victoria de la Puente y Nehuén Rapoport, nació en la Escuela de Música Popular de Avellaneda (EMPA) y en su recorrido ya cuentan con varios trabajos discográficos, un nuevo álbum y giras por Argentina, América latina y Europa.
"Los dos egresamos de la EMPA. Los dos cursamos juntos toda la carrera, ella de canto de folklore y yo de bajo de folklore. Los dos, con la misma intensión, comenzamos con Arroyito Dúo, con las ganas de tocar y de seguir viajando", le cuenta Nehuén a La Unión.
El músico es hijo Diego Rapoport, notable tecladista, fallecido a fines de 2001, que participó en discos fundamentales del rock argentino, como "A 18' minutos del sol" y "Kamikaze", de Luis Alberto Spinetta, y "Alma de diamante" y "Los niños que escriben en el cielo", de Spinetta Jade, y de "Nayla" y "El tiempo es veloz", de David Lebón, entre otros tantos.
A lo largo de su trayectoria Arroyito cuenta con dos EP, "Todo tan calmo" (Buenos Aires, 2014) y "Moray" (México DF, 2015), mientras giraban por distintas latitudes mostrando su música.
Además, compartieron escenarios junto a grandes artistas, como Peteco Carabajal, José Luis Aguirre, Mono Banegas, Jana Banegas y Andrés Pilar, entre otros.
En 2017 lanzaron su primer CD, llamado "Grupo Cayú", con un repertorio íntegro de composiciones propias arregladas para sexteto y con la participación especial de Lito Epúmer. En 2018 presentaron su segundo material, "Escenarios", que ingresó al catálogo del "Club del disco".
El dueto acaba de lanzar "Raigal", con los arreglos a cargo del pianista y compositor Mario Galván, y con la participación especial de Carlos "Negro" Aguirre, referente del folklore litoraleño.
En el dúo Victoria se hace cargo de las voces y también de la composición de las letras de las canciones. Mientras que Nehuén aporta también su voz, la guitarra, el bajo y la composición de las melodías.
En este nuevo trabajo, ambos lograron una gran madurez sonora y también sentaron las bases de una prometedora dupla compositiva.
Los bellos paisajes patagónicos, los incendios forestales, la lucha de los pueblos originarios, las desigualdades sociales y el empoderamiento de las mujeres fueron el "motor" para Victoria en sus líricas.
"Antes los temas los hacíamos entre los dos y modificamos lo que hacía cada uno. Luego de un viaje por Latinoamérica que hicimos los dos, Victoria tuvo la necesidad de comenzar a escribir, de describir el paisaje", agrega Nehuén desde Bariloche, donde residen ambos y donde también ejercen como docentes en distintas instituciones.
Los bellos paisajes patagónicos, los incendios forestales, la lucha de los pueblos originarios, las desigualdades sociales y el empoderamiento de las mujeres fueron el "motor" para Victoria en sus líricas.
Hay canciones donde primero nació la letra y después la música y en otras fue al revés, cambió el proceso, primero fue la música y después la poesía.
"Hay canciones donde primero nació la letra y después la música y en otras fue al revés, cambió el proceso, primero fue la música y después la poesía. Componiendo de esta forma cambia el universo de las palabras, este proceso es un camino de ida", explica.
"Raigal" tiene sus siete canciones con bellas letras y melodías con una instrumentación acorde a lo que pedía cada canción, sumados a los arreglos vocales, que invitan a una nueva escucha.
"La música de la Patagonia es ancestral, nosotros aportamos un granito de arena a ese folklore. Partimos de las canción folklórica respetando sus estructuras y con libertades compositivas", explica el abordaje que realizan en sus composiciones.
Los arreglos musicales están a cargo del pianista, arreglador y compositor barilochense radicado en Mendoza, Mario Galván, que fue una pieza clave en el disco.
Grabado en la pandemia, buena parte de la producción de desarrolló a distancia con músicos desperdigados por varias ciudades de Argentina y con largas horas de Zoom durante la producción.
"Los arreglos son de Mario y convocamos a los músicos que él quería. Se encargó de la velocidad de cada tema, del orden que tenían que tener dentro del disco y de lo que requería cada canción. Hizo un trabajo alucinante", acota.
Grabado en la pandemia, buena parte de la producción de desarrolló a distancia con músicos desperdigados por varias ciudades de Argentina y con largas horas de Zoom durante la producción.
También fue clave el aporte de los parches y los platillos Franco Giovos. "Su personalidad para tocar se ve reflejada en el disco. Nos mandó 30 canales con las grabaciones de la batería y cuando la batería está bien grabada, un disco toma otro vuelo", dice Nehuén.
El "Negro" Aguirre también dio el presente en "Dame agua", donde está su aporte del acordeón y la voz. "Quedó hermoso lo que hizo el Negro, le dio metió un sabor litoraleño a una canción sureña", recuerda.
Al margen de esta pieza con el aporte del músico entrerriano, el disco tiene bellos pasajes en "Pararse en la mitad", donde se lucen las armonías vocales de Victoria y Nehuén, y "Yo tuve un acierto", con el agregado del bandoneón de Paula Giovannetti.
También se destaca "Soy del sur", donde la lírica de Victoria transita historia y los paisajes de la Patagonia. "El desorden del viento", con el aporte del contrabajo de Santiago, otro de los Rapoport, "Serena" y "Dactilar" completan este logrado álbum.
Victoria y Nehuén ya tiene material para otro disco y aguardan que las condiciones sanitarias le permitan presentar formalmente a "Raigal". "No tenemos apuro para presentarlo, queremos que sea en un ambiente seguro. Lo vamos a presentar en banda en Bariloche y en Buenos Aires", cierra.