de puño y letra Es quizás la más conocida de la ciudad que surgió de la mano de la aparición de distintos comercios a raíz de la estación de tren.
Hola amigos queridos de La Unión. Les cuento que sigo recuperándome de a poco, haciendo todo lo que me dicen los médicos. El long-covid es complicado y estoy tratando el estrés postraumático con especialistas. Es un proceso que tengo que transitar. Uno va a aprendiendo un montón de cosas y se para desde otro lugar. Soy la misma persona, pero con otra perspectiva. Sigo tratando de aprender todos los días, conocerme y de ser un poquito mejor.
La buena noticia es que volví a TN. Los médicos me autorizaron a hacer dos horas en Tempraneros a partir de las 8, dos horas al mediodía en el Noticiero 13 y tres horas en radio La 100 por la tarde. Es una linda prueba para mis pulmones.
Mientras tanto, el panorama en el país se vuelve a complicar. Suben los casos y regresan las restricciones. Parece que otra vez toca guardarse y quedarse en casa. Salir menos y recorrer, apenas y cuando se pueda, el barrio.
Yo lo hago a menudo. De a poco estoy tratando de volver al ejercicio. Tengo un grupo de running con el que desde hace años salgo a correr todas las semanas, un un verdadero cable a tierra. También salgo a caminar por Banfield, claro, en las calles que me vieron crecer.
Como saben, es una zona con mucha historia. Hoy les voy a contar sobre Maipú, quizás la calle más conocida del centro de la ciudad: en 1873, ocho años después de que se inaugurara el Ferrocarril del Sud entre Plaza Constitución y Jeppener, un viejo andén fue levantado en donde actualmente está ubicada la estación de Banfield. Si bien aún estaban muy lejos de su importancia actual, las ciudades vecinas de Lanús y Lomas ya eran puntos de referencia para quienes viajaban al sur. En el medio sólo había campo.
De a poco empezaron a aparecer construcciones alrededor de aquel apeadero y entonces, claro, llegó la necesidad de elegir un nombre. Se denominó al nuevo pueblo en homenaje al primer gerente comercial del ferrocarril, Edward Banfield. Algunas décadas más tarde, en 1920, hubo una remodelación de la segunda estación de madera, con dos nuevas vías del lado oeste. En el este se levantó un andén por el cual se entraba por un molinete. Al igual que solía ocurrir en otros parajes, ese andén era un paseo obligado para los vecinos, en especial los domingos.
El progreso imparable de aquellos años fue rodeando de a poco la estación con distintos comercios, que abrieron sus puertas al este de las vías. Así fue como las calles de los alrededores a la estación fueron tomando otro color. Maipú, bautizada en conmemoración a la histórica batalla del 5 de abril de 1818, se convirtió con los años en un centro comercial algo más modesto que el de Laprida en Lomas, pero importantísimo para los banfileños.
Pero para los de mi generación, el punto de referencia de Maipú es la tradicional casa de deportes "La Mascota", ubicada casi en la esquina de Alsina. Si habré pasado tardes frente a la vidriera con mis amigos del barrio...