VIOLENCIA DE GÉNERO Se trata de Belén Orona. La mujer contó que el padre de sus hijos, Eduardo Brumat, tiene una tobillera electrónica y una perimetral y así y todo le hace la vida imposible.
Belén Orona ya no sabe lo que hacer. Su ex pareja la hostiga, la acosa y la amenaza desde hace meses. A pesar de que consiguió una restricción perimetral y que al hombre le pusieran una tobillera electrónica, su calvario no termina. Cada vez que puede intenta atacarla. Por eso pide a la Justicia que lo encierren y no lo larguen, antes de que sea demasiado tarde.
El infierno de esta mujer de Santa Marta, madre de seis hijos, viene desde hace años. "Él siempre fue agresivo conmigo, el tema es que yo nunca pedí ayuda", admite. Tomó fuerzas y se atrevió a denunciarlo recién el 9 de septiembre pasado, cansada de los golpes y los maltratos. Ahí fue cuando consiguió la primera perimetral. Pero nada cambió.
"El 17 de octubre, por ejemplo, golpeó a mi hijo. Decía que quería plata para comprarse remedios, porque es paciente oncológico. Le revoleó la plancha y lo golpeó", contó Belén. Cuando la Policía llegó al lugar, el hombre se negó a abandonar el domicilio y terminó detenido.
Por ese hecho, la Unidad Funcional de Instrucción N° 16 de Lomas de Zamora especializada en violencia de género extendió la perimetral contra Eduardo Brumat ahora a diez cuadras y aparte le colocó una tobillera electrónica. Para entonces Belén ya contaba con un botón antipánico y era asesorada por especialistas del Hogar Fátima Catán de Fiorito.
Su ex consiguió vivir durante un tiempo en una iglesia en la localidad de Temperley, pero lo echaron por mal comportamiento. Fue entonces que se mudó a seis cuadras de donde vivían.
"Después, la madre lo trajo a la casa de al lado para que viva con un hermano.Tuve que salir como una rata de mi hogar porque él estaba en el domicilio de al lado", recordó Belén.
La mujer vive en un terreno en el barrio de Santa Marta donde hay tres edificaciones. Adelante vive la madre del agresor, en el medio ella con sus hijos y atrás su cuñada.
Por violar la perimetral, Brumat quedó detenido y estuvo dos meses tras las rejas. Salió el 22 de diciembre bajo la fianza. "La familia se endeudó para poder sacarlo. Cuando me enteré, estaba por todos lados buscándome", subraya Belén.
El sábado pasado se apareció en la esquina de la casa de sus padres y después la vivienda familiar. "Llamé a la policía y me indicaron que si tenía con quien volver, que regresara y que mandaban un móvil", relató. Eran las tres de la mañana, sus hijos tenían sueño. "Para que no pase nada su hermano se lo llevó, pero se tiró del auto en movimiento y regresó", contó Belén.
Saltó la reja, sus familiares intentaron contenerlo, sus hijos también, pero no pudieron. "Rompió mi ventana, mientras estaba hablando con el dispositivo, no sé ni cómo grabé todo. Estaba tratando de comunicarme con la comisaría para que manden a la patrulla", contó.
El audio es escalofriante. Se puede escuchar a Belén contando que ya había hablado dos veces con la comisaría de Parque Barón, y en un momento uno de sus hijos advierte: "Ahí viene". "¡Papi pará!", se escucha decir a una de sus hijas antes de que el vidrio estalle.
A partir de ahí todo es violencia. Se escucha el llanto de una nena "'¡Andaté, no te importa tu familia!", le grita su hijo. El hombre responde: "No me importa nada, voy a matarlos con los vidrios'". "Llamá a la Policía, má, que vengan" se escucha implorar a su hijo.
Tras ello, a Brumat lo detuvieron y las amigas de Belén viralizaron el audio por redes sociales. Tras ello, la familia del golpeador le dijo que tenía un mes para abandonar la casa.
"No tengo a dónde irme. Trabajo dos días a la semana, me ayuda la asignación de mis hijos que están por empezar el colegio y ni siquiera le pude comprar útiles porque a veces no me alcanza para la comida. Si yo tuviera donde irme, ya me hubiese ido", subrayó Belén.