SAN JOSÉ La familia de la nena de 6 años asegura que "hubo juegos, manoseos y amenazas", pero la fiscalía desestimó su detención por falta de pruebas.
Cuando Ángela Meza habla se le hace un nudo en la garganta. Todavía no puede creer lo que su nieta tuvo que vivir. "Por las noches se despierta y dice que su abuelito le va a arrancar el corazón", jura con los ojos llenos de lagrimas. La mujer lo único que persigue es un poco de justicia. Busca que detengan a Juan Carlos Enrique Guinazú por abusar de la nena.
Días atrás, el fiscal Mario Milone, de la Unidad Funcional de Instrucción N° 9 de Lomas de Zamora especializada en delitos sexuales, desestimó la detención del acusado porque las pericias habrían determinado que la chica de 6 años no poseía signos de violencia en su cuerpo ni de abuso sexual. "Lo liberaron porque no hubo penetración", explica Meza.
Disconforme sobre cómo avanza la investigación, la abuela paterna sostiene que son claras las secuelas que su nieta sufre tras el hecho. "Mi nieta cuenta cosas que una nena de seis años no puede vivir", asegura. Según dice, a ella le consta que hubo "juegos, manoseos y amenazas".
Juan Carlos Enrique Guiñazú, abuelo materno, de 65 años, fue denunciado por su propia mujer después de que lo descubriera abusando de su nieta. Según la versión que dio su esposa en la comisaría 3°, un día volvió de hacer las compras y lo sorprendió. Ella intentó detenerlo, forcejó con él, pero el hombre agarró sus cosas y se fue.
El hombre solo estuvo demorado unas horas por la policía. Tras su imputación decidió dejar la casa en la que vivía por temor a posibles represalias de algunos miembros de la familia y vecinos del barrio. Según pudo saber La Unión, ya recibió escraches y amenazas de muerte.
En medio de todo esto, Meza no tiene dudas de "hay más víctimas" de Guñazú. La mujer recordó que años atrás el hombre había sido acusado de violar a una sobrina. Unas tías de la nena relataron que "eran conocidos los antecedentes pedófilos del abuelo y así y todo no hicieron nada".