previa La Cámara Alta tienen en sus manos la posibilidad de convertir en ley la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Los indecisos, la llave para darle luz verde.
Faltan nueve días para una jornada que tiene muchas chances de ser histórica en el Senado de la Nación, que tiene en sus manos convertir en ley la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Los votos siguen parejos, pero desde el "sector verde" confían en capturar el voto de los indecisos.
Hay 33 a favor de la IVE, 34 en contra, pero cuatro indecisos. Hay tres votos que se inclinaron estos días a mantener la ilusión. Dos de los senadores indecisos, el entrerriano Edgardo Kueider (Frente de Todos) y el cordobés Ernesto Martínez (Juntos por el Cambio), quien en 2018 ya había votado a favor del aborto legal, firmaron el jueves pasado el dictamen "en disidencia parcial", y si bien esos votos no están plenamente asegurados, marcan una tendencia.
El tercer voto "verde" que se sumó es el de la rionegrino del Frente de Todos Silvina García Larraburu, quien en 2018 había votado en contra, pero modificó su opinión tras ser persuadida por varios de sus pares y ?afirman- salió del grupo de whatsapp de los "celestes".
Sin embargo, las alertas vienen del lado del rionegrino Alberto Weretilneck, quien firmó el dictamen en disidencia parcial y condicionó su voto a favor a la incorporación de cambios en varios artículos; y el catamarqueño Oscar Castillo (UCR), quien votó a favor hace dos años, pero sembró dudas al no firmar el dictamen.
Las otras dos dudas involucran al sentido del voto de la neuquina Lucila Crexell, quien en 2018 se abstuvo (fue la única) y la radical Stella Maris Olalla, que ingresó en 2019 y nunca se pronunció sobre el tema.
En el caso de Crexell, en comisión se pronunció por la despenalización, pero siempre mantuvo disidencias respecto de algunos artículos, particularmente en cuanto a las semanas de gestación y fue una de las que no firmó el dictamen.
Más allá de si consiguen el número para aprobar la iniciativa, el primer objetivo de "los verdes" para la sesión del 29 es conseguir el quorum de 37 legisladores.
En 2018 todo parecía resuelto antes del llamado a sesionar. Se sabía que la diferencia a favor del rechazo era irreversible y solo faltaba resolver el número definitivo, que al final fue 38 a 31, con una abstención. Ahora, dos años después, y con un recambio legislativo en el medio, confían en hacer historia.