La última vez que Diego Maradona pisó Fiorito

Llovía torrencialmente. Y a pesar del agua una multitud se congregaba a la altura de Recondo y Camino Negro. Aquel 2 de diciembre de 2010, la por entonces presidenta Cristina Kirchner inauguraba la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Fiorito. Y Diego Maradona estaba ahí, a su lado, como símbolo viviente del barrio. Fue ese día que, sin saberlo, el mejor jugador de todos los tiempos pisó por última vez el suelo que lo vio nacer.

Vestido de traje para la ocasión, con el pelo enrulado tirado para atrás y la barba candado prolijamente cortada, Diego se sentó en primera fila. A un costado suyo se ubicaron el exgobernador de la provincia Daniel Scioli; el intendente de Lomas, Martín Insaurralde, y claro, Cristina. "El Diez" participó del acto como uno más. Pero no escondió su simpatía política. Asintió con la cabeza y aplaudió en varios tramos del discurso.

Su aparición, a decir verdad, fue sorpresiva. Solo unos pocos sabían que iba a estar. Cuando subió al escenario, el público y los miles de militantes que estaban abajo, explotaron en una ovación:. "Olé, olé, olé, oleeeeé, Diegooooo, Diegooooo. Olé, olé, olé, oleeeeé, Diegooooo, Diegooooo".

La presencia de Maradona ese día al acto le sumó emoción.

Y es más, Cristina lo hizo parte del discurso. En un tramo de sus palabras, subrayó: "Nadie llega a ningún lado si no cree en sí mismo. Diego, que es de Villa Fiorito, que nació acá, que es uno de ustedes, uno de nosotros, sabe que cuando hay capacidad, voluntad y tenacidad, podemos llegar". La sonrisa de Maradona lo decía todo, no hacía falta agregar más nada.

El saludo final entre Cristina y Maradona quedó para la posteridad. La expresidenta lo agarró de la cara con sus dos manos y lo miró directamente a los ojos. Lo que se dijeron quedó solo entre ellos. Diego le dio un beso, y luego participaron de fotos protocolares con las distintas figuras y personalidades políticas que estaban en el paco.