memoria La casa de su infancia, en Azamor al 523, el potrero donde brillaba y gritó infinidad de goles y el club donde se destacó como "cebollita".
"Tengo un recuerdo feliz de mi infancia, aunque si debo definir con una sola palabra a Villa Fiorito, digo lucha", dijo en la biografía oficial Yo Soy el Diego de la gente (editorial Planeta, 2000), Diego Maradona, al recordar a su querida Villa Fiorito.
Hoy, el lugar donde Pelusa transitó sus primeros pasos no es el mismo: el potrero se urbanizó. El nuevo asfalto cubrió las calles de tierra, pero su casa de la calle Azamor al 523 se mantiene de pie.
Aquel hogar que el campeón del mundo describía con "techo de chapa y piso de tierra" está ahí, como si fuese una vivienda más entre tantas. Obviamente, los años y el desgaste se le notan, pero la fachada es la misma.
Doña Tota (mamá de Maradona) la empezó a ayudar una vecina del barrio con la limpieza y el mantenimiento y con el tiempo le regaló esta casa a la vecina llamada María Gaitán.
La canchita que se encontraba en las calles Plumerillo y Chivilcoy, a menos de 400 metros de al vivienda Maradona, no existe más. O por lo menos no la original.
Ahora ahí hay casas. Incluso esa manzana ahora tiene un pasaje en el medio. Pero se pudieron rescatar los arcos originales y armar un nuevo predio para los chicos.
También su pequeño club es otro, que pasó de llamarse Estrella Roja a simplemente Estrella, donde el barrio se juntaba. Dicen que el gol que le metió a Inglaterra en el 86, lo hizo varias veces ahí. Ya se veía venir esa explosión de talento.