MARTES Las pacientes del querido obstetra que falleció hace menos de un mes por Covid lo recordarán en el día que cumpliría 73 años: "Queremos que el cielo esté de fiesta porque él es un ángel".
Carlos Fayanás, el querido obstetra de Banfield que falleció el 23 de octubre a causa del Coronavirus, seguirá por siempre en el corazón de sus pacientes, quienes junto a familiares y colegas, lo van a homenajear con una suelta de globos verdes y blancos en la cancha de Banfield, uno de sus lugares preferidos: era fanático del Taladro y un socio, colaborador y dirigente destacado por el club. El día elegido es el martes, cuando él hubiera cumplido 73 años.
Las lomenses Ailín Sardi y Rosana Raimundo fueron pacientes de Fayanás y son dos de las muchas personas que decidieron llevar adelante un homenaje a Carlos en el lugar donde hoy están esparcidas su cenizas, como forma de agradecimiento por la dedicación a su profesión durante tantos años.
"La suelta de globos, verdes y blancos, reflejan la libertad y la paz. Es un gesto que decidimos entre todas y esperemos que salga como lo imaginamos", conto Ailín. Al evento, que es abierto a la comunidad, pero con medidas sanitarias y distanciamiento para cumplir con los protocolos, asistirá la familia de Carlos Fayanás, sus colegas y muchas de sus pacientes. Tanto Ailín como Rosana contaron que habrá varias sorpresas emotivas, las que serán develadas esa misma tarde, cuando el evento arranque a las 18.
La suelta de globos, verdes y blancos, reflejan la libertad y la paz. Es un gesto que decidimos entre todas y esperemos que salga como lo imaginamos.
La unión de sus pacientes comenzó con un grupo en Facebook que se creó en 2012, donde comenzaron a juntarse las mujeres que habían sido atendidas por el doctor. Hoy cuenta con alrededor de 2.500 personas que comparten fotos, videos y anécdotas y, mientras Carlos luchaba frente al Coronavirus, le dejaban mensajes de aliento. "Una vez que se conoció la triste noticia, la idea principal era que una calle llevara su nombre, pero se logró que en la intersección de Darragueira y Azara se la rotule como Esquina Doctor Fayanás", contó Ailín, que adelantó que están a la espera de que se pueda colocar un monumento en ese lugar.
A partir de ese empuje, se juntaron por WhatsApp y así surgió el homenaje para el día de su. "Fue muy difícil la organización y todas pusimos nuestro granito de arena para devolverle a Carlos lo que hizo por nosotras, se merece el mundo entero", admitió Rosana. Pero es objetivo es claro: "El martes queremos que el cielo esté de fiesta porque él ahora es un ángel".
El martes queremos que el cielo esté de fiesta porque él ahora es un ángel.
"Cuando empezó la pandemia y a pesar de que era una persona de riesgo, por su diabetes, sus problemas cardíacos y por haber sido paciente oncológico, Carlos decía que no iba a dejar sola a sus pacientes", rememoró Ailín. Y así fue: trabajó en el Sanatorio Juncal hasta el último día que pudo, antes de ser internado por haberse contagiado de Coronavirus, enfermedad que le costó la vida.
¿CÓMO NO ADMIRARLO?
"Hace más de cuarenta años que lo conozco. Mi hermana y mi hijo nacieron con él, además de un profesional ya era un amigo y un confidente", contó Rosana, sobre su experiencia personal con el doctor. Ailín, que nació en manos de Carlos, también agregó sus palabras: "Me empecé a atender con Carlos a los 16. Actualmente tengo 26 y todavía no fui mamá, pero él siempre estuvo para lo que necesité".
"Carlos era de esas personas que te escuchaba y te acompañaba, Te trasmitía una confianza plena, en eso coincidimos todas las que pasamos por su consultorio", dijo Ailín, con el respaldo de Rosana en cada palabra trasmitida.
Carlos era de esas personas que te escuchaba y te acompañaba, Te trasmitía una confianza plena.
Pero la humildad de Fayanás iba mucho más allá: tanto Ailín como Rosana aseguraron que el doctor atendía a todas, incluso a las que no podían pagar una consulta o un parto. Y siempre decía: "Todo va a estar bien", frase que bien puede aplicarse al contexto de pandemia en el que está inmerso el mundo.