Expectativa Nahuel Corzo, nadador y profe del Club Temperley, se refirió al regreso de la natación a partir de noviembre y a los meses de cuarentena.
De no haber inconvenientes, varios clubes e instituciones con pileta de natación reabrirán sus puertas en los próximos días y tras más de siete meses. Temperley es una referencia para este deporte en particular y, con mucha expectativa, esperan el regreso al agua.
Nahuel Corzo, nadador y profe del Gasolero, contó cómo fueron los últimos meses para la actividad y cómo manejan la planificación para la vuelta. "Esto va a ser como un volver a empezar desde cero. A todos les va a costar retomar la parte aeróbica, la resistencia pero no hay alternativa. Iremos de a poco implementando trabajos específicos para velocidad, explosión, resistencia en potencia que son todas cosas que se pierden después de estar casi ocho meses sin tocar el agua", explicó el profe de 26 años.
Y, siguiendo esta línea, agregó: "Es probable que muchos chicos puedan quizás hacer 50 metros de pileta al máximo pero, a la primera que lo intenten, van a quedar liquidados cuando, quizás, en etapas en que están entrenados pueden hacerlo más de una vez tomándose apenas dos minutos de descanso".
La realidad de los nadadores se vio más afectada que la de otros deportes que no precisan de un medio específico como el agua. Si bien hubo algunas actividades por Zoom, la mayoría de los nadadores de Temperley trabajo por su cuenta y con acciones puntuales que no reflejan con exactitud la sensación de la pileta pero les sirvieron para mantenerse en movimiento.
"Hablábamos cosas puntuales que se podían hacer para potenciarse en el agua, las partidas en la competencia se podían trabajar o la fuerza para la brazada de tal estilo pero, la realidad es que era todo más bien general porque nada reemplaza la sensación de estar en el agua. Cambia la respiración, la presión sobre el cuerpo, es todo muy distinto", comentó Corzo quien trabaja con una decena de jóvenes de entre 20 y 30 años.
Seguramente tendré charlas previas con cada uno para ver que hicieron en la cuarentena y antes de que pasen al agua. Después evaluaremos cómo nadan y cómo se sienten teniendo en cuenta que es probable que la resistencia haya bajado.
La vuelta de la natación en los clubes está atravesada por un estricto protocolo sanitario que cada club ajustara según diferentes cuestiones. En las piletas del Gasolero, los turnos se deberán sacar con anticipación, las clases durarán 50 minutos con 10 minutos para cambiarse en los vestuarios e ingresar al agua, se exigirá el uso de barbijo antes y después de nadar, habrá alcohol en gel y sanitizantes en los ingresos y en los alrededores de la pileta y colocarán banquetas a los costados para dejar las pertenencias ya que no habrá guardarropas. En el agua y aprovechando las dimensiones de la pileta, se repartirá el espacio a utilizar en los ocho andariveles y cada nadador podrá entrenar hasta un máximo de dos veces por semana.
"Seguramente tendré charlas previas con cada uno para ver que hicieron en la cuarentena y antes de que pasen al agua. Después evaluaremos cómo nadan y cómo se sienten teniendo en cuenta que es probable que la resistencia haya bajado. Todo será muy progresivo", culminó.