ADMIRACIÓN El reconocido obstetra Carlos Fayanás está en el Sanatorio Juncal. En las redes circulan cadenas de oración, fotos y muchas historias de vida que él acompañó.
Carlos Fayanás no es un médico más. Es de esos que contienen, explican (con dibujos incluidos) y abrigan, aunque la sala de espera explote. Y prueba de esto es la revolución -de amor- que causó en Facebook desde que está internado en el Sanatorio Juncal por Coronavirus.
Cuando llegó la pandemia, sus hijas le dijeron "que ponga un piecito en el freno", pero Carlos les dijo que no podía dejar a sus colegas ni a sus pacientes, que ellas lo necesitaban. Así que, a pesar de tener 73 años, ser diabético, paciente cardíaco y haber tenido cáncer, él no dejó de atender. Días enteros en la Juncal haciendo partos, fines de semana, feriados. El virus lo encontró trabajando.
Fue el propio obstetra el que comunicó en Facebook que iba a quedar internado por Covid. "No tengo palabras de agradecimiento para todos los hermosos mensajes que me mandan y es un estímulo para seguir por el mismo camino. Es mi obligación comunicarles que estoy internado desde ayer en Juncal por COVID. Estoy bien. Solo fiebre, que está cediendo, y por precaución me pasaron plasma. Me siento bien, estoy muy cuidado y contenido. Les mando un beso enorme a todo este maravilloso grupo", escribió Fayanás, que entró al Sanatorio el 17 se septiembre.
El mensaje lo escribió en un grupo público llamado "Homenaje al Doctor Fayanás", creado en 2012, que cuenta con más de 800 miembros (pacientes) que comparten sus historias de vida y sus agradecimientos.
Pero el cuadro que comenzó sólo con fiebre, se complicó, le realizaron un tratamiento con plasma, y tuvo que ser intubado. Con el paso de los días aumentó la preocupación. Su hija Agustina trajo alivio en el grupo. "Les quería contar que mí papá está evolucionando muy bien. Hay que seguir esperando pero los resultados de los estudios hablan por sí solos !!! Gracias infinitas a todos por apoyarnos en este momento complicado. Hay Carlitos para rato !!! Está en proceso de destete cómo lo llaman, aparentemente ya no requiere de respirador. Solo estamos esperando que despierte y puedan proceder con la quita del mismo", marcó.
Fayanás está evolucionando, de a poco, la ansiedad no es una aliada en estos casos. "Lo importante es que cuando él despierte pueda hacerlo de forma tranquila, no sobresaltado", explicó Agustina.
Las redes en estos días fueron llenándose de fotos, historias de vida, de amor, de agradecimiento, cadenas de oración, imágenes de vírgenes y hasta un video de sus pacientes compartiendo un rosario. Un grupo verdaderamente organizado, con preguntas, dudas y respuestas, con recuerdos y compartiendo el minuto a minuto de la evolución.
Las redes en estos días fueron llenándose de fotos, historias de vida, de amor, de agradecimiento, cadenas de oración, imágenes de vírgenes y hasta un video de sus pacientes compartiendo un rosario. Un grupo verdaderamente organizado, con preguntas, dudas y respuestas, con recuerdos y el minuto a minuto de la evolución.
Pero no es solamente la cuestión médica, profesional. Es la calidez del ser humano lo que despierta en "sus chicas" esta admiración por el banfileño fanático del Taladro.
"Todas las pacientes tienen un amor incondicional por él. Mi viejo ama lo que hace, es médico de vocación. Estamos orgullosísimas del padre que nos tocó. Amar la profesión de la manera que él lo hace es impresionante", contó Agustina, emocionada. Ella y sus hermanas están todo el día contestando mensajes de sus pacientes.
Evelyn Villarroel fue quien creó el grupo en 2012 sin imaginar que se convertiría en el canal oficial para conocer las novedades de salud del doctor. "Cada una de nosotras tienen historias maravillosas y la mía no fue la excepción. La idea surgió porque el pediatra mi nene tenía un grupo parecido también como homenaje y dije ¿'por qué no'? Es un ser humano increíble y soy partidaria que los homenajes y el cariño hay que hacerlos saber", comentó.
Todas las pacientes tienen un amor incondicional por él. Mi viejo ama lo que hace, es médico de vocación. Estamos orgullosísimas del padre que nos tocó. Amar de la manera que él lo hace la profesión es impresionante.
Las historias se repiten y no por ser muchas dejan de emocionar. "Empecé a atenderme con él cuando no lograba quedar embarazada y no encontraban qué tenía, hasta que él descubre que tenía ovarios poliquísticos. Al tiempo logré quedar embarazada, pero por cosas de la naturaleza lo perdí; a los tres meses vuelvo a quedar, la panza no crecía, me mandó estudios, encontramos algunos problemas. Estuve tan contenida en ese momento, él estuvo siempre conmigo cuidándome. En mis momentos de llanto que tenía en las consultas, él estaba con esas palabras alentadoras: que yo iba a lograr otro embarazo, que no me preocupe", contó Cintia.
Un tiempo después logré quedar embarazada. "En cada consulta me decía: 'Dale, flaca, dale que está todo bien', siempre sus palabras de aliento y en positivo. Es una persona en la que confío plenamente. Si estoy con él, estoy tranquila", agregó Cintia.
Esta historia y muchas más están inmortalizadas en las redes y demuestran que las palabras no sobran: hay que decirlas.