SOLIDARIDAD La institución brinda almuerzos, ayuda a comedores, colabora con la detección de posibles casos de Coronavirus y acompaña a víctimas de violencia de género.
Las necesidades en tiempos de pandemia se hacen cada vez más visibles, pero la solidaridad y el compromiso de las personas por amortiguar esas dificultades son aún mayores. La lomense Vanina González y todo el trabajo del merendero C.I.O.N de Fiorito es un claro ejemplo de esto: tres veces por semana dan el almuerzo a cerca de 300 vecinos, colaboran con comedores cercanos, ayudan con el plan Detectar para frenar el Coronavirus y acompañan a familiares de víctimas de violencia de género, femicidios y accidentes viales.
El Merendero C.I.O.N (Centro Institucional Organización Nahuel) funciona hace cinco años en Fiorito, pero su labor creció descomunalmente en plena pandemia. Los martes, jueves y sábados cocinan para alrededor de 300 vecinos de Fiorito, donde también le llevan la vianda a quienes se encuentran aislados por el Coronavirus y a tres comedores más de los alrededores. "Gracias a las donaciones que recibimos y a lo que nosotros mismos ponemos es que llevamos adelante este gran trabajo", dijo Vanina González, una de las integrantes y referentes del merendero.
El Merendero C.I.O.N (Centro Institucional Organización Nahuel) funciona hace cinco años en Villa Fiorito, pero su labor creció descomunalmente en plena pandemia. Los martes, jueves y sábados cocinan para alrededor de 300 vecinos de Fiorito, donde también le llevan la vianda a quienes se encuentran aislados por el Coronavirus y a tres comedores más de los alrededores.
"Nuestra manera de trabajar es con viandas. Los vecinos se acercan con su táper y ahí se llevan la comida para ellos y su familia, mientras que, de ser posible, nos dejan otro recipiente ya para la siguiente jornada", detalló la lomense de 44 años.
Además, también colaboran permanentemente con el plan Detectar, en el tráiler que está instalado todos los días en Islandia y General Paz. "Ayudamos a recorrer las calles, a consultarles a los vecinos si tuvieron algún síntoma relacionado al coronavirus y, de ser así, acercarlos a hacerse un hisopado, con el objetivo de frenar la propagación de la enfermedad en el barrio", contó González.
La institución, ubicada en Antonio Filardi 1461, se llama así en honor a Nahuel, hijo de Vanina, que perdió la vida en un accidente vial cuando tenía 15 años. La comisión directiva del merendero está compuesta por 16 vecinos, pero en estos momentos de cuidados y de aislamiento social, sólo trabaja la mitad.
Pero su labor no finaliza ahí, sino que también asisten a víctimas de violencia de género, accidentes viales y a familiares de mujeres asesinadas. "Averiguamos bien cómo es cada caso y acompañamos a las familias en distintas marchas y reclamos", explicó Vanina sobre otra labor social.
Mi hijo era muy solidario y siempre ayudaba a los chicos en el barrio. Sé que estaría orgulloso y feliz de lo que hacemos.
Al ser consultada sobre lo que piensa que diría su hijo sobre el gran trabajo del merendero con la comunidad, Vanina dijo: "Mi hijo era muy solidario y siempre ayudaba a los chicos en el barrio. Sé que estaría orgulloso y feliz de lo que hacemos".
Aquellos vecinos que quieran ayudar al merendero C.I.O.N, pueden contactarse con Vanina por Instagram o por WhatsApp al 1165594544. El aislamiento social no los frenó y, al parecer, nada los detendrá para brindar su ayuda de forma desinteresada.