Cambios en pandemia Daniel Waisberg no pudo sostener el espacio Oveja Roja, pero junto a su familia logró buscarle la vuelta y seguir vinculado al rubro gastronómico.
A pesar del gran esfuerzo que hizo Daniel Waisberg junto a sus socios para sostener Oveja Roja Bar, tuvo que cerrar en junio, pero supo reinventarse y hoy junto a su familia prepara viandas caseras para entregar a domicilio.
"Las viandas comenzamos a hacerlas en marzo mientras todavía teníamos el bar, fue una de las formas de sostener el lugar, una de las tantas estrategias que intentamos antes de cerrar", explicó Daniel que vive en Temperley.
Aquello que comenzó como una forma de remontar el bar, terminó siendo el nuevo trabajo de Daniel y su familia. "Se nos ocurrió que mucha gente no le gusta cocinar y vive sola y en ese contexto, que no se podía salir, podría venir bien tener viandas ya listas para comer", señaló.
Reinventarse y comenzar a idear un menú desde su casa, junto a su compañera de vida fue a lo que apuntó Daniel en medio de la pandemia.
"Tenemos un menú diferente cada semana. Tomamos los pedidos durante la semana, hasta el viernes a las 12 y después entregamos las viandas el domingo, listas para comer o frezzer", advirtió sobre la forma de trabajo.
El nuevo proyecto se llama Oveja Roja, igual al bar que esperan reabrir en algún momento, pero de una forma totalmente distinta. Respecto a las ventas de este emprendimiento Daniel aseguró: "No nos va mal, pero está muy lejos de lo que hacíamos en el bar. Por ahora es una entrada más, pero no podemos depender sólo de eso. Por suerte, yo tengo otro trabajo".
LA LABOR SOLIDARIA
Si había un rasgo distintivo de Oveja Roja Bar era que colaboraba con diferentes organizaciones sociales locales. "Antes del cierre decidimos brindar el almuerzo a las personas en situación de calle como lo hacíamos antes de la cuarentena y además preparamos junto a Proyecto Aconcagua y Bondi Sur más de 100 viandas de comidas que entregaron en las recorridas nocturnas que hacen por Lomas", recordó Daniel.
Además, otro de los gestos que hicieron en nombre del bar fue que cuando cerraron, parte del equipo de cocina fue donado a la gente del Centro Barrial Tinku de Llavallol que en ese entonces estaban haciendo la cuarentena dentro del Club Temperley.
"Las viandas son la excusa para seguir manteniendo el recuerdo de Oveja Roja Bar. Por el momento es una alternativa que estamos muy contentos de hacer porque nos mantiene en contacto con la gente", concluyó el vecino de Lomas.
Para saber más sobre el emprendimiento entrar en Facebook/Oveja Roja o en Instagram: @oveja.roja.