POR DENTRO En Lomas hay dos, Mi Refugio y Welcome. La cantidad de pacientes varía semana a semana. La organización para controlar la salud y asistir a la gente.
Un cartel pegado con cinta en la puerta de entrada del Hotel Welcome de Temperley avisa: "Cerrado por decreto nacional". Pero adentro, en algunas de las 40 habitaciones que tiene el edificio, permanecen aislados los vecinos que son pacientes leves de Coronavirus o casos sospechosos y están a la espera de que les llegue el resultado del hisopado.
La rutina dentro en el albergue transitorio es imperceptible desde la vereda. A veces se mueve una de las cortinas de las ventanas que dan a la calle y un hombre o una mujer se asoman. Pero la mayoría tiene las persianas bajas o a medio cerrar. La sensación es que allí dentro desde hace tiempo no pasa nada. Pero la realidad es otra.
Dos veces por día un auto frena en la puerta y personal de Defensa Civil golpea la puerta. Cuando reciben la señal desde el baúl bajan uno o dos contenedores plásticos. Una enfermera cubierta con cofia, barbijo y un camisolín celeste abre la puerta y recibe las bandejas de comida que un rato antes salieron de la cocina del Hospital Gandulfo.
"Al mediodía se van a buscar las viandas y se llevan al hotel, y a la noche lo mismo", cuenta Cristian Green, director de Defensa Civil de Lomas de Zamora. Por tandas los trabajadores que asisten a los vecinos que permanecen en aislamiento en sus habitaciones reciben desayuno, almuerzo, merienda y cena. La rutina se repite en loop todos los días.
La cantidad de gente que permanece en aislamiento en los dos hoteles que cumplen esta función en el Distrito (el otro es el Hotel Mi Refugio ubicado en la avenida Juan XXIII 51444) varía semana a semana. "Hemos tenido desde 50 personas contando los dos lugares hasta 8 o 10 personas. Eso depende de cómo se de la situación", precisa Green.
En el Hotel Mi Refugio, personal de Defensa Civil trabaja en la cocina. Están a cargo de la elaboración de la comida todos los días. Cuentan con ayuda de integrantes de otras áreas del Municipio y militantes de movimientos sociales. Preparan calabazas rellenas, guiso, milanesas.
"El menú varía de acuerdo a los suministros que nos van dando. En líneas generales comen mucha verdura con carne y tratamos de mezclar las proteínas con los hidratos", precisa el director de Defensa Civil.
El sistema funciona de la siguiente manera. "Se hace el pedido al área de compras y todas semanas viene un proveedor que nos trae equis cantidad de suministros que van variando de acuerdo a la cantidad de gente que tengamos", explica Green. "La comida es variada, no hay un menú fijo como puede ser en un hospital", agrega.
Allí llegan vecinos de distintos lugares que por todo tipo de cuestiones no pueden hacer el aislamiento en sus casas. La mayoría son asintomáticos. Todos los días se los controla y se les da la comida. "Si tienen algún problema avisan por teléfono", apuntan los auxiliares del Municipio.
Desde el inicio de la cuarentena, cuando la pandemia se comenzó a expandir por todo el país, funcionarios del Gobierno local se pusieron en comunicación con distintos clubes, instituciones y entidades para contar con lugares de aislamiento a disposición por si hacía falta.
Solange, encarga del Welcome desde hace más de 10 años, comentó: "A nosotros nos contactó el Municipio para que pusiéramos el lugar a disposición. Es una situación que nos excede y obviamente estamos para lo que se pueda ayudar. Abrimos las puertas y ahora ellos se ocupan de todo el resto", relata.
Lomas de Zamora es uno de los Distrito de la región que registró una mayor cantidad de casos desde principios de marzo. Según el último parte oficial difundido este domingo por la noche, se detectaron 16756 personas contagiadas, de las cuales 13201 ya se recuperaron y 336 fallecieron.
Actualmente, los barrios con más casos positivos son Fiorito, Budge, Albertina, Centenario y Santa Marta.
El rango de edad que mayor cantidad de casos concentra es la de 30 a 39 años, pero la mortalidad afecta a los adultos mayores: el 70% de los fallecidos en Lomas tenían entre 60 y 89 años.