EN LA CATEDRAL DE LOMAS El colectivo Censo Sur mantuvo una reunión con personas en situación de calle para generar propuestas y reclamar la implementación de políticas públicas.
Con la intención de reforzar un reclamo que vienen sosteniendo desde el año pasado, integrantes del Colectivo Censo Sur mantuvieron un encuentro en la Catedral de Lomas de Zamora con personas en situación de calle para tener información de primera mano sobre cuáles son los principales problemas que viven día a día los vecinos más vulnerables, incluso durante la pandemia.
El objetivo de este tipo de reuniones es elaborar propuestas de manera colectiva para reclamar al Estado políticas públicas que atiendan las necesidades más urgentes de las personas en situación de calle. Sabrina Cicchelli, voluntaria de Comunidad Duchas, precisó que de fondo la idea sigue siendo la misma: que se cumpla la ley 13.956, que está vigente, pero no se aplica como debería.
"Después de trabajar y mucho durante estos meses para dar respuesta a las cuestiones urgentes que surgieron durante la pandemia, estos encuentros tienen como idea retomar el reclamo original, y sumar la voz de las personas que están en la calle, para que no seamos las organizaciones las que nos juntamos a pensar, porque sino estamos replicando lo que nos quejamos que hacen los políticos", apuntó.
Entonces la propuesta que impulsaron los referentes de las organizaciones que integran el colectivo de la zona Sur fue juntarse para darle forma a "una serie de ideas" a partir de los temas o las problemáticas que las personas en situación de calle consideren primordiales. Hasta el momento lo que surgió son preocupaciones que coinciden con algunos de los resultados que arrojó el primer censo.
"La necesidad de tener un trabajo volvió a aparecer", ejemplificó Cicchelli. Según el relevamiento que realizaron los voluntarios de las organizaciones el año pasado en Lomas y Lanús, el 66% de las personas consideró que lo que necesitaría para salir de la situación es la que se encuentran es tener un trabajo.
También la problemática habitacional. "Hay algunos que tienen techo, pero están mucho en la calle porque su casa está detonada. No se pueden bañar, o no tienen luz, agua o gas, entonces las condiciones los empujan a tener que salir y por ahí comer la vianda que se les da en la estación porque no pueden cocinar", explicó.
El tema de los paradores tampoco quedó afuera. "Si bien no hay muchos paradores en zona Sur, algunos mencionaron el tema y cada vez que alguien se refirió a esto siempre alguien traía la experiencia de un parador en Capital, y se decía: "No, esa no es una solución". Como que aparecieron malas experiencias".
"Así que lo que se va a hacer a partir de esto es continuar teniendo reuniones como para tener un estado de situación general y luego comenzar a darle forma a propuestas de manera concreta", adelantó. El próximo encuentro si bien aún no está definido podría ser en la Plaza Libertad o en algún otro punto de Lomas.
"Todos estos pedidos están contenidos dentro de la ley (del programa de asistencia a las personas en situación de calle). Entonces lo que queremos hacer para insistir en nuestro reclamo es que los compas nos marquen qué es lo que consideran más urgente y entonces vamos a empezar por eso", señaló.
LO QUE DEJÓ LA PANDEMIA
Si bien no hay estadísticas que reflejen el escenario actual en números fríos, en el contacto diario que tienen las organizaciones con las personas que están en la calle o que se acercan a pedir comida en las ollas populares o distintas instituciones la profundización de la crisis se nota.
"La situación empeoró y no es que hicimos un relevamiento, pero hay situaciones que te dan una idea de lo que está pasando. Por ejemplo, a retirar las viandas empezó a venir un montón de gente y comenzaron a aparecer caras nuevas", explicó Cicchelli.
De hecho, las organizaciones tuvieron que ampliar la red de asistencia, y ONGs que antes no daban comida, comenzaron a dar o reforzar la cantidad de raciones que daban por día o todas las semanas.
"En (Comunidad) Duchas no se daba almuerzo, y hubo que dar almuerzo. En la Catedral tampoco, pero tanta gente se acercó que sí, hubo que reforzar la cantidad de alimentos. Entonces si antes se daban 30 viandas, ahora se dan 60. Hay una necesidad y eso se ve, es evidente", cerró.