Banfield Los chicos y chicas fueron a las casas de sus docentes para sorprenderlas, llevarles regalos y agradecerles por tanta dedicación.
Docentes del Colegio Tiempos Modernos de Banfield tuvieron una emotiva e inolvidable sorpresa por el Día del Maestro. Los alumnos de 4° grado fueron hasta la puerta de sus casas para llevarles regalos y agradecerles por tanta dedicación.
La iniciativa surgió de un grupo de madres que organizaron los preparativos por WhatsApp. Eva, mamá de Tiziano, hizo los carteles con forma de corazón y llevó los globos. Y otras pusieron a disposición sus autos para las recorridas por los hogares. "Primero nos juntamos en la puerta del colegio y fuimos caminando hasta la casa de una maestra que vive a dos cuadras. Y despúes cada madre fue con su hijo en un auto, siempre respetando la distancia y las medidas de prevención", contó Karina, mamá de León.
"Escuché muchos ruidos de bocinas y, al salir a la puerta, vi una caravana de autos con globos y los chicos que me saludaban desde las ventanas. Empecé a temblar y me largué a llorar de la emoción. Jamás imaginé semejante sorpresa y verles las caras a los chicos fue una gran felicidad", expresó Mayra, y destacó: "Las madres son unas genias que se organizaron y estuvieron en todos los detalles. También lo sentí como una valoración del esfuerzo que estamos haciendo".
Valeria fue con su hija Ámbar hasta Monte Grande para sorprender a la profe Lizi. "Me tocaron la puerta, salí y me explotó el corazón. Se nos ocurrió abrazarnos de espaldas con Ámbar y fue emocionante verla después de tanto tiempo", dijo Lizi, que lleva 23 años como maestra del Tiempos Modernos.
Escuché muchos ruidos de bocinas y, al salir a la puerta, vi una caravana de autos con globos y los chicos que me saludaban desde las ventanas. Empecé a temblar y me largué a llorar de la emoción
Cinco fueron las docentes sorprendidas por un grupo de chicas y chicos en representación de todo el curso. "Fue muy fuerte y me generó una mezcla de sensaciones: angustia, amor y cariño. Los nenes lo hicieron con mucho entusiasmo", remarcó Andrea, mamá de Lolo.
Claudia es médica, estuvo de guardia la noche anterior y pidió que la esperaran para participar de la sorpresa. "Tuve el privilegio de estar en un festejo en el que sentimos lo bello de la vida y les dimos algo simbólico a las personas que hacen tanto por la educación. Después de una guardia de 24 horas enfrentando al Covid, ver a mi hijo Agustín con sus seños fue pura emoción", manifestó Claudia.
"Fue muy movilizador reconocer a las docentes, sabiendo el esfuerzo que están haciendo en estos momentos con las clases virtuales", contó Laura, mamá de Santiago.
Mientras que Natalia, mamá de Matías, relató: "Tuve la suerte de ir a entregar los regalos y rescato la emoción de mi nene, que dio las gracias por tanta dedicación y tanto amor. Con esto aprendí que no hay distancia real cuando los sentimientos son tan fuertes y genuinos".