LOMAS DE ZAMORA Lo dijo Lissette Martínez, la hermana de Franco, el joven que el 21 de agosto apareció ahorcado en la Reserva Ecológica de la Ciudad de Buenos Aires, tras estar 29 días desaparecido. La familia sostiene que se trató de un homicidio, y exige que la Justicia investigue esa hipótesis.
"Franco no se suicidó. A Franco lo mataron y lo colgaron ahí (en un árbol de la Reserva Ecológica de la Ciudad de Buenos Aires) para que dejemos de investigar." Lissete Martínez está convencida, nadie le va a hacer sentir otra cosa: su hermano "no se quitó la vida". Al menos hasta aparezcan pruebas contundentes que demuestren lo contrario.
A una semana de recibir uno de los llamados más terribles de su vida, la joven sigue haciéndose cientos de preguntas y pensando posibles respuestas. ¿Qué pasó? ¿Cómo llegó Franco ahí? ¿Por qué? Y la conclusión a la que llega siempre es la misma. "Es todo muy raro". Por eso jura que seguirá luchando hasta el final "hasta que se descubra la verdad".
Franco Martínez apareció ahorcado el jueves 21 alrededor de las 18.50 en la Reserva Ecológica de Buenos Aires. Hacía 29 días que se encontraba desaparecido. Pendía de una soga atada en su cuello y su cuerpo estaba en estado avanzado de descomposición. Las personas que lo encontraron, lo hallaron semiarrodillado y con los pies tocando el suelo.
Dos datos le llamaron la atención de la familia cuando los dejaron hacer el reconocimiento: que la soga que rodeaba su cuello parecía "nueva" y que después de haber estado tantos días colgado allí, los animales de la reserva no le hubieran lastimado el cuerpo.
Por eso insisten en que la Justicia investigue un posible un homicidio y que descarte la hipótesis del suicidio, una de las líneas principales de investigación que hoy tiene la causa.
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"Franco no se suicidó. ¿Por qué estoy segura? Primero porque lo conozco, hemos hablado y sé cómo es mi hermano. Sé que en su cabeza no cabría algo tan indigno como quitarse la vida. Al contrario, siempre demostró ser una persona de lucha y de superación", resaltó Lissete a través de un video que publicó en su cuenta personal de Facebook.
Según la joven, las pericias psicológicas que hicieron en la investigación originalmente radicada en la Fiscalía N°16 de Lomas de Zamora "determinaron que el perfil psicológico de Franco no era el de un suicida". "El 23 de julio, el día que desaparece, había sacado dos permisos de circulación, uno hacia Capital, y uno hacia mi domicilio", contó.
Para Lissete, con estos indicios, "es evidente" que Franco tenía la intención después de ir a Capital a hacer lo que tenía que hacer luego viajar hasta su casa a visitarla.
"El mismo día nosotros habíamos hablado por WhatsApp y habíamos quedado en que él iba a venir a mi casa. No dijimos cuándo, pero la respuesta de él cuando lo invité a venir, me dijo que sí, que tenía pensado venir", apuntó. Al momento de su desaparición, Franco tenía el celular encima. Por eso consideran que las pericias del teléfono pueden ser claves.
Con todos esos elementos, Lissete es contundente al resaltar lo que piensa: "A mí no me inventen, porque no me lo creo ese escenario falso de suicidio (...) A mi hermano lo mataron y lo colgaron ahí para que nos dejemos de buscar y de investigar", insiste.
Pero jura que no va a bajar los brazos: "No lo vamos a hacer, vamos a buscar hasta el final hasta que se descubra la verdad y vamos a llevar luz al caso de mi hermano, porque la verdad es luz, es lo que se merece, y es lo que se merece toda la familia, los vecinos y la sociedad. No puede desaparecer la gente y aparecer muerta", cer