su función en las fuerzas Trabaja en tierra y en mar, con destinos diversos. Desde joven se aventuró en esta tarea que hoy emprende con orgullo. ?La Armada me enseñó el compromiso, la lealtad y el amor por lo que hago?, cuenta Lorena Ávalos, mamá de cuatro hijas.
Una vecina de Adrogué es peluquera en la histórica Base Naval Puerto Belgrano, ubicada en Punta Alta. Allí, le corta el pelo a miles de efectivos cada año . “La Armada me enseñó el compromiso, la lealtad y el amor por lo que hago”, cuenta Lorena Soledad Ávalos, que es Cabo Principal de Apoyo General de la Base, donde halló el espacio para darle rienda suelta a su pasión, la peluquería.
“Un día habitual para mí comienza a las 6.30 cuando me preparo para dirigirme al Comando de la Flota de Mar, donde soy auxiliar de peluquería. Luego de la formación, comienza el movimiento del personal que se va a cortar el pelo”, relata Lorena acerca de su rutina diaria.
“Trabajo con dos personas más: el Suboficial Segundo Ariel Capdevilla y el Cabo Principal Alejandro Castaño. Conformamos un buen equipo, nos distribuimos las tareas y de esa manera el trabajo se hace más ameno y el clima laboral es óptimo. Me ayudan y me motivan a seguir por más logros en mi carrera”, agregó.
Lorena nació hace 36 años en la ciudad bonaerense de Adrogué y luego se mudó a Punta Alta con su mamá. Allí ingresó a la Escuela de Suboficiales de la Armada Argentina en febrero del 2007 con 24 años y comenzó a transitar por la especialidad Apoyo General Peluquera.
En ese transcurso, tuvo diferentes destinos: navegó por el Mar Argentino y por aguas internacionales también, en el marco del operativo UNITAS 2019 a bordo del destructor ARA “Almirante Brown”.
ORÍGEN. Lorena ingresó a la Armada por una superación personal: “Encontré la motivación en mis hermanos, que ya integraban la institución, al ver cómo iban avanzando con éxito en sus carreras. Entonces tomé la decisión de rendir y gracias a Dios fui pasando todas las etapas”.
Pero esto no le fue fácil, porque para ese entonces tenía una hija de 4 años, quien quedó al cuidado de su mamá y sus hermanos. “Por ella, no bajé los brazos y seguí; sabía que era la mejor elección para mi vida y para la de ella. Verme egresando y luciendo el uniforme de Cabo Segundo y pertenecer a la Armada Argentina fue mi mayor logro y orgullo, como un premio para mi madre y mi hija, y sobre todo para mí, que lo pude lograr”.
Hoy la acompañan en este trayecto sus 4 hijas: Lucía (17), Samira (11), Yazmín (8) e Isabella (5). “Ellas saben de qué trabajo; las llevé a conocer la base y los buques, y la Infantería de Marina, donde inicié mi carrera como Cabo Segundo”, señaló.
EXPERIENCIAS. Asegura que su participación en el Ejercicio Naval Combinado UNITAS con la Armada de Brasil en el destructor “Brown”, el año pasado, marcó su carrera naval: “Como peluquera era la primera vez que embarcaba; fue una hermosa experiencia, mis días en el mar y la convivencia con el personal a bordo”.
Al ser mamá de 4 nenas, cuando sale de trabajar Lorena se dedica plenamente a ellas, pero eso no le impide realizar decoración de tortas, uno de sus hobbies favoritos.
“Para mí la Armada es mi lugar en el mundo, es un sentimiento que no termina con llegar al hogar y sacarse el uniforme; uno es militar las 24 horas y se siente así, respetando y manteniendo esos valores que caracterizan a la gente de la Fuerza”.