REGIÓN Daniel Menéndez, del Ministerio de Desarrollo Social, salió a proponer medidas alternativas para prevenir el avance del Coronavirus en el barrio ubicado en el límite de Avellaneda y Quilmes.
Ante el revuelo que se generó alrededor de este barrio se encendió el debate. Y surgieron versiones encontradas, incluso hacia adentro del Gobierno. Este martes, el subsecretario de Políticas de Integración del Ministerio de Desarrollo Social, Daniel Menéndez, salió a mostrar sus diferencias con la modalidad implementada y propuso una alternativa.
"Hace falta que aparezca menos el ministro de Seguridad (bonaerense Sergio Berni) y más la militancia social, la Iglesia, otros esquemas y dispositivos del Estado", sentenció. Esta es una de las discrepancias que plantearon las organizaciones sociales en el comité de crisis que se conformó para extremar las medidas de prevención en los barrios populares.
Como sucedió en otros Partidos de la región, en Las Casitas de Glew o Campanario de Llavallol, lo que piden las organizaciones es que se mantenga el aislamiento comunitario.
"Nosotros desde las agrupaciones sociales propusimos la idea de que el barrio cuida al barrio. En definitiva es lo que pasa. La gente no sale del barrio porque la gente es consciente del riesgo que se corre. La gente entiende. Hay que charlar, hay que discutir y contenerla emocionalmente”, agregó Menéndez en diálogo con Radio Futurock.
El gobierno bonaerense, en acuerdo con los municipios de Avellaneda y Quilmes, cerró Villa Azul al menos por 15 días. “Hoy se considera contacto estrecho a todo el barrio”, explican desde el municipio que comanda Mayra Mendoza.
Nadie puede salir salvo criterio sanitario. “Para garantizar la alimentación y la higiene, a cada vecino y vecina se les va asegurar comida, elementos de limpieza, desinfección e higiene personal. Se va relevar qué necesidades tienen para evitar que salgan”, detallan.
La zona crítica es Quilmes. Del lado de Avellaneda se vive con inquietud pero con algo más de tranquilidad. Entre 2008 y 2015 el Municipio urbanizó el 85% del tercio que le toca.
La cuarentena en los barrios populares siempre tuvo su propia dinámica producto del hacinamiento de las familias que los habitan, la falta de espacio dentro de las viviendas que obliga a todos a “estar” en la calle o en los pasillos o la circulación constante que existe por la necesidad de ir a buscar alimento a comedores comunitarios o merenderos.
Por eso, cuando el coronavirus llega a una villa, “explotan" los casos en cuestión de horas.
Para Menéndez, las dificultades en los barrios más humildes son un problema que se “arrastra desde hace más de 30 años” y que “se trata de una deuda de la política”.
Por eso, instó al presidente Alberto Fernández a darle una solución al problema habitacional que “sufren millones de argentinos” no solo del Conurbano, sino de todo el país.
“Hay que hacer un esfuerzo para construir comunidad. Van a morir muchísimos referentes sociales, mucha gente que le va a poner el cuerpo y ojalá sirva. Que Alberto pelee por la urbanización y dé la solución habitacional de millones de familias. Hoy sólo queda poner el cuerpo", agregó el subsecretario.
En este sentido, Daniel Menéndez insistió en señalar que, con la pandemia, "se desnuda un abandono de 30 años, donde la desigualdad fue creciendo en nuestro país, y las malas condiciones de vida en los barrio populares".
Al mismo tiempo, estimó que "va ser enormemente difícil que lo podamos resolver de manera satisfactoria ahora por un montón de factores".
Menéndez, acongojado, dijo que "van a morir muchísimos referentes sociales" y que, "lamentablemente, en las próximas semanas se van a morir esencialmente los pobres".
"Hay que hacer esfuerzo para la asistencia", enfatizó el subsecretario de Políticas de Integración y Formación del Ministerio de Desarrollo Social.
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