Semana del Parto Respetado
Con barbijo de por medio, Eliana Ramos tuvo su primer contacto físico con su hijo prematuro que nació el 16 de abril en un contexto difícil a nivel mundial producto de la pandemia, pero aseguró que su experiencia fue positiva a pesar del protocolo de higiene y seguridad que tuvieron que respetar ella y su marido Francisco Bravo. "Tuve un parto hermoso y nunca lo tomé como un momento terrible porque se trata de una situación de vida", resume.
La pareja que vive en Lanús decidió que su hijo nazca en Capital y aseguró que desde que se enteraron de que estaban embarazados, Eliana que -además es primeriza- comenzó a investigar para que sus derechos se cumplan sobre todo a la hora de dar a luz.
Durante toda esta semana se celebra la Semana del Parto Respetado bajo el lema "Mi decisión debe ser respetada" y el testimonio de Eliana representa la importancia respecto a que se cumplan cada uno de los derechos que tiene una mujer a la hora de traer a su hijo al mundo. Y que esto se puede lograr a pesar de la pandemia.
"Tuve todo lo que había pedido desde el día uno de mi embarazo, mi obstetra tuvo un trato muy amoroso al igual que su equipo de trabajo y encima en un momento inesperado para todos porque mi hijo Antonio nació prematuro y fue todo muy sorpresivo. Llegué con algunos dolores a la clínica y ese mismo día me avisaron que iba a parir", contó Eliana, quien además recomendó informarse sobre los derechos que se deben respetar en una situación de este tipo.
Durante la Semana del Parto Respetado, se busca generar conciencia para que el nacimiento sea considerado un proceso natural, en el que se respeten los derechos de madre y bebé, porque hay una gran cantidad de casos que no se parecen al de Eliana y la información para hacer valer esos derechos es fundamental.
"Desde un principio le pedí a mi ginecólogo y obstetra, Mauricio Ledesma, que quería un parto natural y eso fue respetado siempre teniendo en cuenta todos los cuidados del bebé que llegó antes de lo esperado", resaltó. Y agregó: "Estamos agradecidos por todo los que nos ocurrió. Fue un parto muy respetado, por eso recomiendo que se informen, que consulten, que ante el menor destrato de un centro de salud intenten cambiarlo, a veces no es fácil, pero hay que pedir siempre que se cumplan con los derechos de todas las mujeres".
En el Instituto Médico de Obstetricia ubicado en el barrio porteño de Once donde Eliana decidió tener a Antonio, se respetaron todas las medidas de seguridad e higiene para prevenir el contagio de Coronavirus: "En el cuarto donde estuvimos antes de entrar a quirófano había pocas personas, sólo la enfermera y la partera".
Cuando Eliana tuvo que ir al quirófano, todo fue muy alentador y hasta se generó un ambiente de mucha alegría y felicidad: "La anestesista musicalizó la sala, luego estuvo la enfermera que ingresó para chequear el suero y mi médico. Por último ingresó mi marido, después de haber pasado por varias etapas de desinfección".
La pareja tuvo los barbijos durante todo momento y cuando conocieron a Antonio también. "Escuchamos el llanto del bebé y enseguida lo acercaron a nosotros dos y a pesar de que no hubo beso porque estábamos con barbijo, Antonio se calmó inmediatamente al sentir el contacto físico", contó.
Al ser prematuro, la pareja tuvo que volver a la casa de Lanús sin el bebé, pero Eliana asistió todos los días para estar con su hijo durante los 26 días que Antonio necesitó quedarse en el centro de salud para que sus pulmones se desarrollen correctamente.
"Mi marido lo vio sólo el día del parto dos veces y cuando salimos de la clínica, el 12 de mayo, por el protocolo sanitario que se debe cumplir producto de la pandemia. La psicóloga del lugar nos enviaba fotos del bebé dos veces por semana, algo que él y toda nuestra familia esperaban ansiosamente", contó Eliana, que buscó un centro de salud dedicado estrictamente a la obstetricia. "El lactario fue fundamental para que yo siga teniendo leche y me la pueda extraer para mi bebé, además hay apoyo psicológico y una puericultora que siempre está atenta a cada pregunta o duda de las mamás".
Ya en su casa de Lanús, Eliana y Antonio deben estar en cuarentena estricta también por protocolo y sus familiares no pudieron tener contacto con el nuevo integrante.
"Cuando volvimos de la clínica pasamos con el auto por la casa de la prima y el tío. Lo vieron por la ventana y lo mismo sucede ahora con la familia que está cerca de casa: tengo un ventanal al que me acerco para que ellos lo vean así a la distancia y con la protección de ese vidrio de casa", contó Eliana, que entendió la situación y la afrontó de la mejor manera.