AVELLANEDA Allí debería funcionar la Facultad de Ambiente y Turismo, pero en los últimos días comenzó a circular la información de que en ese lugar se podrían instalar oficinas del Departamento Judicial de Lanús-Avellaneda. Las autoridades esperan una resolución.
Un conflicto que ya parecía saldado volvió a estallar en el medio de la cuarentena. Ante las versiones que aseguran que el edificio de la exfábrica TAMET podría ser destinado al Departamento Judicial de Avellaneda-Lanús, la Facultad de Ambiente y Turismo de la Universidad de Avellaneda salió a expresar su "preocupación" porque le quiten esa sede.
Desde hace años, por mandato judicial, parte de esa mole arquitectónica ubicada en las calles Carlos Pellegrini y Mariano Ferreyra, frente al Riachuelo a la altura del Puente Bosch, fue destinada a la Casa de Altos Estudios. De hecho, en el lugar ya se realizaron obras para construir aulas, laboratorios y salones. Pero, de repente, el proyecto se frenó.
Las autoridades de la facultad explicaron que desde 2012 y 2015 se dieron todos los pasos necesarios para que el inmueble pase a ser parte de la universidad. Sin embargo, a partir de esa fecha y con el cambio de Gobierno (a partir de la asunción de Mauricio Macri), las autoridades de Autoridad Cuenca Matanza Riachuelo "nunca cumplieron con la entrega".
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"Hay que entender el estado de ánimo de los claustros docentes, no docentes, estudiantes y graduados de nuestro departamento, ya que las carreras, los trabajos de investigación, de extensión, posgrados y prácticas pre profesionales están relacionadas íntimamente al Riachuelo y a la sociedad de la cuenca", aseguraron desde la facultad.
"Nos interesa sobremanera contar con los laboratorios, talleres, auditorios, biblioteca y 17 aulas para un desarrollo académico acorde a nuestro destino de ser una universidad de innovación, calidad e inclusión y trabajar mancomunadamente con el Centro Integral de Monitoreo del Riachuelo de ACUMAR y el Museo del Riachuelo", agregaron.
Por eso, a ocho años del inicio de este proyecto, y con la situación todavía metida en el medio de un limbo, los integrantes del Departamento de Ambiente y Turismo salieron a pedir a ACUMAR, a la Municipalidad de Avellaneda o a otro organismo o institución involucrado, que revea toda decisión que cambie el destino del edificio.
"Queremos que las partes involucradas volvamos a consensuar acciones sobre su funcionamiento", afirmaron y dijeron que esperan "una pronta respues