Mundos personales
Hace una década, el 9 de mayo de 2010, fallecía en Nueva York a sus 92 años Lena Horne, una artista de una larguísima trayectoria y que se destacó también por luchar contra los prejuicios raciales en Hollywood y en otros ámbitos donde los blancos establecían las condiciones.
Con su belleza y su expresiva voz hizo historia al ser la primera actriz contratada por un estudio de la Meca del cine. De todos modos, el color de su piel frenó lo que podría haber sido un ascenso meteórico, como el que tuvieron Ava Gardner, Rita Hayworth y Ginger Rogers.
Lena arribó a Hollywood a finales de la década de ‘30 y aunque nunca llegó a ser una importante estrella de cine, se le reconoce haber hecho añicos las barreras para que las actrices negras obtuvieran papeles importantes.
En escena asumía una personalidad misteriosa, elegante, altiva y sexy, y eso la ayudó a ser una atractiva cantante de clubes nocturnos que hizo de “Stormy Weather” su canción más emblemática.
Conocida como la “Black Cinderella”, o la “Cenicienta Negra”, a comienzos de su carrera, con solo 14 años, esta neoyorquina cantó sobre el escenario del mítico Cotton Club de Harlem, donde los negros actuaban entonces ante un público totalmente blanco.
En Hollywood fue la primera actriz negra que firmó un contrato a largo plazo con los estudios MGM. A principios de ´40 participó en musicales de Broadway como “Cabin in the Sky”, “Stormy Weather” y “Ziegfeld Follies”.
Debió haber encarnado a Julie en la película musical “Show Boat”, pero debido a su color el papel fue cedido a su amiga Ava Gardner, quien fue doblada en las canciones porque no sabía cantar.
En sus películas, realizó siempre interpretaciones cuidadosamente orquestadas: aparecía muy sensual y cantaba, pero se comunicaba poco con el resto de actores. Y cuando las películas se mostraban en los estados del Sur, sus apariciones eran cortadas. Ante la negativa de recibir papeles de fuste, en los `50 abandonó amargamente Hollywood y la Metro Goldwyn Mayer, otro de los poderosos estudios.
Después, volvió a actuar en dos ocasiones ante las cámaras hollywoodenses: en el western “Death of a Gunfighter”, donde interpretó a la amante de Richard Widmark, y en 1979, junto con Diana Ross y Michael Jackson, en el musical “The Wiz, de Sidney Lumet”.
En los ‘80 regresó triunfalmente en su propio espectáculo “Lena Horne: The Lady and Her Music” producido por Quincy Jones. Por esta puesta obtuvo un Premio Tony.
Al margen de su carrera, su fue parte de incontables marchas por los derechos civiles de la población afroamericana y su compromiso fue constante.
Sus apariciones en público de volvieron escasas en los ‘90 y también la vida personal fue difícil, al perder a su marido y a uno de sus hijos.
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