REGIÓN La Policía Federal constató que la administración del barrio cerrado estaba abierta y secuestró material para determinar por qué estaba allí. Los vecinos denuncian que en el lugar las actividades continuaron "como si nada" a pesar de la cuarentena.
Otra vez el Country Club El Venado de Canning quedó en el centro de la polémica. La Policía Federal allanó hoy la administración del barrio cerrado a raíz de una denuncia presentada por los vecinos que sostienen que el consorcio obligaba a ir a trabajar a personal exceptuado por el decreto de aislamiento social preventivo y obligatorio.
Durante la inspección realizada en el lugar esta mañana, por orden del titular del Juzgado Federal N°1 de Lomas de Zamora, Federico Villena, “se constató que había una persona trabajando en las oficinas de la administración” y se secuestraron elementos para determinar por qué estaba allí, según informaron fuentes policiales.
En total serían cuatro personas las que se rotaban para que el lugar permanezca abierto.
De acuerdo a lo que pudo averiguar La Unión, las actividades en la administración se mantuvieron inalterables durante todo el mes, de lunes a viernes, y hasta con guardias preestablecidas los fines de semanas, según confiaron los vecinos.
Propietarios del lugar hace días denunciaron que la administración seguía funcionando "como si nada" y presumen que a los empleados “los obligaban” a ir a trabajar “bajo la amenaza de despidos".
La Policía ya había ido a controlar el lugar, pero no había clausurado las instalaciones.
Ahora, la fiscal Cecilia Incardona, quien lleva adelante la investigación, deberá determinar por qué la administración estaba abierta, cuál era el rol de los empleados, quién los obligaba a ir trabajar, y si se emitían permisos de circulación adulterados.
Fuentes de la fiscalía no descartan que sean más los empleados que realizaban tareas "no esenciales" que asistían al lugar y buscan determinar la responsabilidad en todo esto de los miembros o representantes de la administración del barrio cerr