los ecos de la pandemia
En Summus, una panadería muy reconocida del centro de Adrogué, las ventas bajaron desde la aplicación de la cuarentena. Ahora, con el movimiento de los bancos que tiene alrededor, venden un 30% menos que en una época normal. Y Pascuas pasó casi de largo.
En este contexto, el dueño del local, Raúl Mallía, comentó que tuvo que recurrir a ahorros para cumplir con sus obligaciones, al igual que muchos colegas. "Veo bien que se extienda la cuarentena aunque económicamente nos destruyó. Para poder cubrir el pequeño déficit tuve que recurrir a ahorros que uno hizo trabajando durante tantos años. Les dimos prioridad a los salarios y a los servicios”, apuntó el comerciante desde Esteban de Adrogué 1092.
Raúl sabe que su rubro es un servicio esencial y nunca paró la producción. Ahora, el caballito de batalla es el delivery para llegar a los clientes que no se pueden acercar. Y quienes reciben el pedido si no tienen efectivo para pagar, pueden hacerlo con débito porque cuentan con un posnet inalámbrico. También se puede pagar con transferencia bancaria.
“Tenemos delivery de lunes a sábados, de 7 a 15, hemos llegado hasta Lanús. Creemos que este negocio es de servicio y como tal lo hacemos, además de la frescura y la calidad. En este rubro es todo diario, se hace todos los días, y lo que sobra se lo llevan los hogares, sólo se tira la basura”, apuntó.
Pero inmediatamente agregó: “No quiero que me agradezcan porque siempre fue así, somos agradecidos de nuestros clientes que nos apoyan a diario, que nos permiten cumplir con nuestros empleados, y que éstos hayan comprendido en qué tipo de negocio están, que es de necesidad”.
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