Coronavirus El ex DT de Lanús, a cargo de la Reserva y Juveniles del Catania, explicó los alcances del Covid-19 en Italia, a la vez que comentó sobre su trabajo y el futuro de sus hijos mayores.
El técnico argentino Ezequiel Carboni, a cargo de la Reserva y el fútbol juvenil del Catania, aseguró que "en toda Italia todavía hay mucho miedo por el Coronavirus" y que al principio "se subestimó a la pandemia" sin pesar que pudiera transformarse en el país europeo con mayor cantidad de fallecidos.
"Hay mucho miedo todavía por el Coronavirus, pese que ahora van disminuyendo los casos. Por suerte, con mi familia, estamos en la isla de Sicilia, al sur de Italia, donde la afección no fue tan fuerte como en el Norte del país. Al principio se subestimó el problema, luego se decretó un mes de cuarentena y ahora el gobierno dispuso otro mes más", comentó el ex entrenador de Lanús y Argentinos Juniors.
El Kelly, de 41 años, instalado en el club siciliano desde julio pasado, detalló que por el aislamiento obligatorio "solo se permite salir para ir al supermercado o al médico, lo que es controlado por policías ubicados cada cinco cuadras" y que a quienes "circulan con sus vehículos sin el permiso correspondiente se le aplican fuertes multas".
Mientras cumple con la cuarentena, se conecta "tres veces por semana por la aplicación Zoom con los jugadores de la Reserva y los Juveniles para controlar sus entrenamientos individuales y las exigencias que le va agregando el preparador físico para que no pierdan el estado de forma", explicó el ex volante, que fue futbolista de Catania entre 2009 y 2011.
Al llegar al club, que actualmente milita en la Serie C, el ex futbolista surgido en Lanús puso en práctica "un mix de metodología de trabajo" con su propio proyecto y "los planes que aplicaban otros entrenadores de los juveniles, lo que van dando resultado".
De la Reserva que dirige valoró que "cumplió una muy buena campaña clasificando para los playoffs por el título, que fueron suspendidos al entrar en cuarentena" y que "tres jóvenes del grupo pasaron a jugar en Primera División".
"Catania es un club muy desarrollado, que juega todos los partidos con más de 25 mil aficionados en el estadio, que ya está clasificado para los playoffs, por lo que se espera que ascienda a la B. Mi sueño es poder llegar a dirigirlo cuando esté en la Serie A", alentó.
Su llegada a la entidad Rossazzurri se le facilitó por el buen recuerdo de su paso como jugador, después de su sobresaliente desempeño en el Red Bull Salzburgo (2005-2009), con el que ganó la Bundesliga de Austria en 2007. Lo hizo esta vez acompañado por sus dos hijos mayores, que dejaron las categorías formativas de Lanús para ingresaran a las del Catania.
Aunque Franco, el más grande, que juega por todo el frente de ataque, ya no está. Fue adquirido por el Inter de Milán para formar parte de su sexta división. "Es un paso muy grande para él porque recibirá mayores herramientas para su crecimiento como futbolista", opinó el padre, que aclaró: "No sé el monto del pase, pero sí que a Lanús ya le pagaron los derechos por formación".
Al parecer el futuro de los Carboni estará en esa ciudad norteña porque Valentín, su segundo hijo, mediocampista ofensivo de Octava División, también "pasará al Inter en julio próximo y como corresponde Lanús tendrá su parte".
Su tercer hijo, Cristiano, nacido en Catania en 2009 cuando el papá jugaba allí; Alma, de tres años, y su esposa Carla Battagliero completan la familia que vive en una amplia casa cercana al centro de la ciudad. Allí, el DT cumple con su actividad física y mira "infinidad de videos de partidos de todas las ligas para estar actualizado".
Carboni, autocrítico sobre sus comienzos como entrenador de Primera, por resultados deportivos que no lo acompañaron ni en Lanús ni en Argentinos Juniors, refirió: "Todo me ha servido de enseñanza para no repetir errores, quizá me apresuré al aceptar dirigir a Lanús, donde venía haciendo un buen trabajo con los juveniles, pero acepté aquel desafío -2018- porque era empleado del club, al que quiero mucho", conclu